El calor y el material vegetal disponible amplían zona de riesgo de incendios forestales
Autoridades en alerta por consecuencia indirecta de las mayores lluvias que trajo el fenómeno El Niño:
Los cuatros focos activos que ayer afectaban a las regiones Metropolitana, del Maule y Biobío, con más de 500 hectáreas destruidas, son un anticipo de la amenaza que este verano se cierne desde Coquimbo hasta Aysén.
Más de 500 hectáreas habían consumido hasta ayer los cuatro incendios forestales activos en el país. A las 260 ha arrasadas en Lampa y Melipilla (este último, incluso, con dos casas destruidas) se sumaban más de 240 ha en Hualañé (Maule) y Santa Bárbara (Biobío).
En medio de la ola de calor que aún castiga a la zona central de Chile, los expertos en prevención de riesgos advierten que las peores condiciones para enfrentar un siniestro de este tipo son los “30-30-30”.
Se trata de 30 o más grados de temperatura, 30 o más kilómetros por hora en la velocidad del viento y 30% o menos de humedad relativa en el ambiente.
“Son las condiciones perfectas para el desarrollo violento de un incendio”, explica Aarón Cavieres, director ejecutivo de Conaf.
Este verano, precisa, la temida conjunción se repetirá más de lo esperado, sobre todo desde la Región de Coquimbo hacia al sur, lo que amplía la tradicional zona de riesgo, que abarca desde Valparaíso hasta Aysén.
Haciendo alusión al efecto del fenómeno El Niño, Cavieres plantea que “este año tuvimos más lluvia que en 2014. Además, las precipitaciones se extendieron hasta la primavera y eso dio la posibilidad de que la vegetación herbácea creciera mucho más. Eso es material fino vegetal, y en muchas regiones la humedad de ese material será muy baja, por lo que podría arder inmediatamente”.
El director ejecutivo de Conaf llama a tener extremo cuidado ante esta amenaza, pues el 99,7% de los incendios forestales siguen siendo provocados por la acción humana.
Según la Dirección Meteorológica, este verano las temperaturas máximas estarán por sobre lo normal entre Arica y Santiago, lo que eleva el riesgo de incendios.
A ello se suma que regiones como Aysén y Los Ríos tuvieron una primavera más bien seca, lo que también ha incrementado los siniestros esta temporada.
“Además, la simultaneidad de incendios ha aumentado, pues los eventos simultáneos crecieron 114% en comparación al período comprendido entre la primavera de 2014 y el verano de 2015. De hecho, en un día se registraron hasta 260 siniestros”, detalla Cavieres.
En la última temporada se quemaron más de 128 mil hectáreas, o dos veces la superficie de la Región Metropolitana.
Ante este complejo escenario, Conaf y la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) definieron un plan de contingencia.
“Actualmente, en muchas zonas forestales hay casas y condominios, por lo que el riesgo puede ser mayor. Por eso ya estamos coordinándonos estrechamente con diferentes organismos para ir en apoyo de las emergencias”, explica Ricardo Toro, director de la Onemi. “La gente tiene que tener cuidado. Una chispa o incluso un espejo mal ubicado puede generar un incendio, así que la petición es que los ciudadanos extremen todas las medidas para evitarlos”, concluye.
Menos calor
Ayer hubo máximas de 37,7 °C en Llaillay y 34,4 °C en Santiago, dos y un grado menos que el sábado. Megaincendio de Valparaíso: 62% de casas han sido reconstruidas en zona de riesgoUn estudio elaborado sobre la base de imágenes satelitales de Google Earth captadas antes, durante y después de la catástrofe, visitas a terreno y sobrevuelos de helicópteros y de drones constató que en los cerros arrasados por el megaincendio de abril de 2014 en Valparaíso se han vuelto a levantar 1.873 viviendas, el 77% de las destruidas por el fuego.
Un total de 1.147 (62%) fueron emplazadas en zonas de riesgo. De ellas, 461 están en cauces o quebradas inundables sin obras de mitigación y 372 en pendientes críticas de 80%, expuestas a peligros de remoción y en sitios de difícil acceso a abasto de servicios y retiro de basuras. Otras 314 están en lugares con ambos riesgos.
El análisis, realizado por profesionales del Observatorio de Valparaíso, ligado a la Fundación Futuro, que busca evaluar las políticas públicas vinculadas a la ciudad, constató que resurgieron masas de eucaliptos próximas a asentamientos humanos, especialmente cerca de los cerros La Cruz, Las Cañas, Ramaditas y Merced, así como en las quebradas que ingresan a estos desde El Vergel Alto.
“Persisten condiciones de riesgo que podrían hacer que una lluvia fuerte o una fogata que se salga de control desencadene una nueva tragedia. Ello obliga a corregir el rumbo actual de la reconstrucción urgentemente”, dice el director de fundación Futuro de Valparaíso, Gonzalo Serrano.
A 18 meses del incendio, 984 de las viviendas reconstruidas (53%) corresponden a autoconstrucciones precarias o mediaguas mejoradas. Otras 550 y 318 fueron levantadas bajo autoconstrucción asistida y por constructoras, respectivamente, opciones que están subsidiadas.