Sitiê: de vertedero en Rio de Janeiro a parque ecológico premiado internacionalmente
Antes, un lugar abandonado, usado como vertedero desde hacía más de 25 años, con alrededor de 16 toneladas de residuos en el cerro Vidigal (sur de Río de Janeiro). Hoy, un parque ecológico reconocido este año con el premio de design sustentable internacional SEED, en Detroit, Estados Unidos. ¿Cómo ocurrió ese cambio? Sus cuidadores dicen que “gracias a la buena voluntad de los ciudadanos“.
Para algunos habitantes del cerro, era común dejar allí bolsas plásticas, restos de comida, artículos electrónicos, muebles rotos… Para el músico Mario Quintanilla, vecino del vertedero desde que nació, era una molestia. Y decidió que no se quedaría de brazos cruzados.
A los 44 años, Mario empezó a pedir ayuda a la comunidad para retirar la basura del lugar con sus propias manos. Ni sus familiares lo tomaban en serio, pero él siguió adelante. Así, poco a poco fue reuniendo a amigos, vecinos y voluntarios para limpiar el vertedero.
Con solo 0,25 metros cuadrados de espacio público por habitante en un terreno extremadamente empinado, no solo la limpieza, sino que la demanda por espacios públicos verdes para el bienestar, cultura y entretención era una necesidad urgente.
Conversamos con Pedro Henrique de Cristo y su esposa, Caroline Shannon, quienes se unieron al proyecto en 2012 y nos contaron que en todo el proceso de retiro de la basura, las autoridades no estuvieron presentes. “Fue un trabajo que partió de Mario y poco a poco fue conquistando a los demás. Pero en un principio (2006), no participaron del proyecto ningún arquitecto, ni urbanista, ni paisajista. Fue algo que nació de un hombre común y corriente, pero con unas ganas sorprendentes“, dijo Pedro.
Desde ese año, toda la basura fue retirada. En su lugar, fueron plantados árboles de la Mata Atlántica. También se reutilizaron algunos objetos que estaban en el vertedero, como neumáticos viejos -que se transformaron en 150 peldaños de escaleras -o sanitarios-convertidos en floreros para plantas. En 2010, el lugar recibió un nombre: Parque Ecológico do Sitiê y poseía 1.500 metros cuadrados.
Hoy, el parque ya cuenta con 8.5 mil metros cuadrados y su huerto ya ofreció a la comunidad más de 700 kilos de comida. En su centro fue puesta una muralla de 386 neumáticos y 23 toneladas, para ayudar a contener el agua de la lluvia, temida por generar deslizamientos de tierra. Esa muralla también sirve como punto de encuentro de moradores y escenario de actividades culturales.
Pedro y Caroline, quienes estudiaron arquitectura y design, respectivamente, en Harvard, ahora están desarrollando el proyecto Instituto Sitiê del Medio Ambiente. Éste, incluye una plaza para convivencia y práctica de deportes que se vincularía al parque a través de una escalera adaptada a su topografía; un centro de innovación con biblioteca y clases de música y artes; y un restaurant, en el que los clientes buscarían los ingredientes en el huerto del parque. Se espera que el instituto sea inaugurado en 2016.
Pedro nos contó que desde que el Sitiê se convirtió en un parque, la Municipalidad ha participado activamente. “Es que ahora, Mario es parte del Consejo de Ideas del Municipio, y actúa proponiendo ideas de desarrollo del sector de Vidigal“. El proyecto del instituto, por ejemplo, ya fue aprobado por la Municipalidad.
Asimismo, el Parque Ecológico de Sitiê ha minimizado la violencia del sector y hoy, como dijo Pedro, “quienes van ahí, tienen una vista privilegiada de la ciudad, que permite admirar desde arriba barrios emblemáticos, como Copacabana e Ipanema. Desde donde, antes, había un gran vertedero“.
Para saber más sobre Sitiê, te invitamos a visitar su página web, su facebook e instagram.