Anuncian 20 mil controles de alcotest en Santiago por festividad de Año Nuevo
Por Oriana Fernández.
Según el intendente metropolitano, fiscalización se concentrará en la salida de eventos masivos.
Dos millones 200 mil de chilenos declararon haber ingerido alcohol sin moderación en el último mes, según un estudio del Servicio Nacional para Prevención y Rehabilitación de Drogas y Alcohol (Senda). Dado que este consumo aumenta en las festividades, el intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, anunció que durante las fiestas de fin de año se realizarán más de 20 mil controles de alcotest a los automovilistas.
“Estas mediciones se harán a la salida de eventos masivos, pues queremos que haya consciencia de que no hay que embriagarse”, aseguró.
Esta cifra complementa con los exámenes realizados por Senda, entidad que proyecta aplicar 12 mil controles en todo el país. “Aumentaremos la fiscalización respecto al año pasado. Sabemos que no se puede permitir el consumo excesivo durante las celebraciones”, dijo Mariano Montenegro, director del Senda.
Al respecto, el teniente coronel José Luis Ojeda, del Departamento Tránsito y Carreteras de Carabineros, detalló que la institución cuenta con 1.200 equipos disponibles, “con los cuales tendremos la capacidad de realizar 50 mil controles durante las festividades”.
Tanto Senda como Carabineros utilizan el alcotest como dispositivo de fiscalización. La diferencia es que la policía supervisa otros aspectos como velocidad y elementos de seguridad, además de estos test.
Balance
Según el balance de Senda, en 2015 fueron detectados a 3.305 conductores en estado de ebriedad o bajo la influencia del alcohol. La cifra se da, en parte, porque el gobierno aumentó los controles con alcohotest: se llegó a 216.283 el año pasado, lo que representa 94.642 exámenes más que en 2014.
El desglose de las estadísticas muestra que hubo 1.195 personas en estado de ebriedad (con un nivel de 0,8 gramos por litro de sangre o más), mientras que quienes tuvieron una ingesta intermedia fueron 2.110 personas. En ambas categorías hubo un alza, ya que en 2014 se registraron 2.253 ebrios y otras 991 personas bajo la influencia de un bebestible.
Montenegro explicó que quienes están en esta condición son hombres -entre 18 y 30 años- que “cuesta convencerlos” a que dejen de conducir si beben. “Recordamos a esos conductores que han subido las penas y se quita la licencia”, sostuvo.
El director añadió que la Ley Emilia, aprobada el año pasado, tuvo un efecto “disuasivo” en parte de la población, ya que se teme a las sanciones penales, que pueden llegar a un año de prisión efectiva en caso de que un conductor bebido dé muerte a una tercera persona. De hecho, Montenegro aseguró que aunque se aprecia un relativo crecimiento de quienes consumen, la mayor parte de automovilistas estaba sobrio en el momento en que se le hizo en la prueba, es decir, 212.978 casos. “Lo consideramos un éxito. Se está escuchando el mensaje”, afirmó.
Por su parte, la diputada independiente, Karla Rubilar, se mostró crítica de que no se haya implementado aún el narcotest, dispositivo que permite la detección de drogas a la hora de manejar. “Los accidentes son una de las principales causas de muerte en jóvenes, pero aún no se pone en marcha un plan adicional que controle esas sustancias”, estimó.
