Gobierno y su comisión antitacos “chocan” por anuncio de restricción para los catalíticos
Presidente de la instancia y siete expertos que la integraron cuestionan la medida anunciada esta semana:
Advierten que prohibir la circulación no ataca el problema de fondo y que se incentivará la compra de más vehículos. Transportes desestima cuestionamientos.
Pocas de las 62 medidas planteadas por la comisión Promovilidad -convocada en 2014 para proponer acciones contra la congestión vehicular- se han implementado a solo días de que se cumpla un año de la presentación del informe final a la Presidenta Michelle Bachelet.
En los últimos 12 meses se han conformado comités regionales, pero el envío de un proyecto de ley con disposiciones como una política de estacionamientos o tarificación vial se ha postergado tres veces y aún no llega al Congreso. Pese a ello, este martes, al presentar el anteproyecto del plan de descontaminación para material particulado fino (MP 2,5) de Santiago, el Gobierno formalizó una restricción permanente de tres meses para 1.096.269 vehículos con convertidor catalítico, comercializados antes de septiembre de 2011.
La idea motivó el rechazo del ex presidente de la comisión Promovilidad, el ex ministro Germán Correa (PS), quien manifestó sus críticas en una carta a “El Mercurio” (ver nota).
Consultados por “El Mercurio”, otros comisionados plantearon una visión similar. El urbanista Iván Poduje dice, por ejemplo, que la agenda de Transportes “ha estado muy cargada al Transantiago. Desearíamos que las medidas anduvieran más rápido y estuvieran alineadas con lo que se propuso”.
Raimundo Cruzat, especialista en transportes, comparte la crítica de Correa: “La restricción influye poco. La gente reorganiza sus viajes y el auto no se reduce en proporción a los dígitos que se sacan”. El decano de Arquitectura de la U. del Desarrollo, Pablo Allard, añade que el Gobierno ya se contradijo al poner urgencia al proyecto que establecía gratuidad en estacionamientos de centros comerciales. “Eso generó mucha frustración, sobre todo que Transportes apoyara esa medida”, advierte.
Alberto Escobar, gerente del Automóvil Club, revela que Correa les advirtió que no más del 5% de las propuestas se cumpliría. “Una señal contradictoria es la restricción, que va a incidir en la compra de un segundo o tercer auto”, pronostica.
El alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado (UDI), cree que “el trabajo que se hizo quedó relegado porque el Gobierno tiene otras prioridades”. El urbanista de la UDP Genaro Cuadros dice que la cartera “tiene escasa capacidad para dar respuesta a temas estructurales. No pueden implementarse medidas aisladas sin un plan de acciones. Es absurdo”.
Frente a estos cuestionamientos, el subsecretario de Transportes, Cristián Bowen, afirma que están implementando las sugerencias. “El informe fue entregado en enero del año pasado. A partir de eso se formaron comisiones Promovilidad en cada región y se empezó a trabajar una serie de medidas que presentarán este mes, que surgen de comités regionales”. Agrega que “la comisión ya no existe. Duró un período de tiempo, pero no hay una institución ni un organismo al respecto. Como cualquier persona, tiene derecho a opinar”.
”Las recomendaciones de la comisión se están llevando a cabo a nivel local y hay muchos ejemplos para demostrarlo”.
CRISTIÁN BOWEN
Subsecretario de Transportes
”La restricción por sí sola no es capaz de reducir estructuralmente la congestión. Solo ataca síntomas, pero no las causas”.
LUIS EDUARDO BRESCIANI
Integrante Comisión Presidencial Promovilidad.
Ex ministro Germán Correa: “Hay un pronunciamiento explícito de la comisión asesora presidencial Promovilidad en contra de la restricción vehicular”Lo primero que hizo Germán Correa cuando se enteró de que una de las medidas de la ley pro movilidad urbana que impulsará el Ministerio de Transportes será darles a los intendentes la facultad de implantar restricción vehicular en las ciudades bajo su jurisdicción fue enviar una carta a “El Mercurio”.
En la misiva, publicada ayer, el ex ministro del Interior y de Transportes y ex presidente de la comisión asesora presidencial Promovilidad criticó que el subsecretario Cristián Bowen aludiera a las conclusiones de dicha comisión para defender la medida.
Según explica Correa, en conversación con este diario, “hay un pronunciamiento explícito de la comisión en contra de la restricción vehicular, como una medida que en realidad es contraproducente”, y que solo se aceptaba como una alternativa excepcional y transitoria. También manifestó su sorpresa luego de que los ministros de Transportes y Medio Ambiente anunciaran como “gran noticia” la aplicación de restricción vehicular permanente para mitigar la contaminación de Santiago.
El ex ministro agrega que “se sabe por experiencia propia e internacional que lo que hace la restricción, sobre todo si es permanente, es detonar una decisión que uno no quiere: El que tiene un auto va a tratar de tener un segundo vehículo. El que tiene dos va a querer tener 3. El que tiene 3 va a querer cuatro”. Y augura que es cuestión de unos pocos años “para ver que la medida va a ser ineficaz”.
En ese sentido, advierte: “Podría apostar que vamos a ver que la gente, cuando compre otro automóvil, tratará de empezar a pedir un determinado número de placa patente. Se va a tratar de influir. No como hoy, en que te dan cualquiera”.
Medidas: “No se ven”
Correa recuerda que el informe de la comisión entrega una batería de 62 medidas en siete áreas, “partiendo por las tres que son un clásico en esta materia: Mejoramiento drástico del sistema de transporte público, desincentivo del uso del automóvil y promoción de los modos no motorizados”. Sin embargo, dice que le preocupa que “no se ven” medidas estructurales en los planes del ministerio.
“Puede que se estén tomando y que uno no tenga información. Porque una vez que la comisión terminó su trabajo no quedó establecido ningún mecanismo mediante el cual el Gobierno nos fuera informando de lo que iba o no iba haciendo”.
El ex ministro de Patricio Aylwin y de Eduardo Frei Ruiz-Tagle recuerda que fue impulsor de la restricción vehicular que se implementó en 1991, en la que los automóviles catalíticos quedaron exentos de la medida. Pero enfatiza: “Si usted revisa la prensa de ese entonces, yo como ministro dije que era una medida transitoria, un paliativo para una situación que requiere medidas de fondo”. Al respecto, destaca que bajaron los niveles de contaminación y ayudó a renovar el parque automotriz. Hoy 1,8 millones de autos tienen sello verde y solo 46 mil no son catalíticos.
Correa cita como una de las medidas de fondo -y que fueron abordadas en diálogos ciudadanos- la exclusión del automóvil en algunos radios de la ciudad, que podría implementarse en determinados horarios y por razones justificadas. También una política respecto de los estacionamientos o la tarificación vial.