Consejo de Ministros aprueba central de 640 MW en Aysén, pero aún no tiene plazos
Por Antonia Eyzaguirre y Claudio Cerda.
Se trata de Cuervo, proyecto que empezó a tramitarse ambientalmente en 2009:
La iniciativa de Energía Austral, compañía de Glencore y Origin, debe presentar la línea de transmisión.
El Comité de Ministros decidió mantener la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto hidroeléctrico Cuervo, de 640 MW y que considera una inversión por US$ 733 millones en Aysén. La iniciativa es propiedad de Energía Austral – joint venture entre la minera Glencore (66%) y Origin (34%)- y obtuvo su permiso ambiental en 2013.
Este proyecto es la única iniciativa de central de gran tamaño situada en la región, luego de que el mismo Comité rechazara en 2014 HidroAysén, iniciativa de Colbún y Endesa.
Sin embargo, aún no existen plazos definidos ni para la construcción de la obra ni para el inicio de la tramitación ambiental de la línea de trasmisión que permitirá trasladar la energía al Sistema Interconectado Central (SIC). Energía Austral dijo que, tras conocer la decisión de ayer, analizará en detalle las nuevas condiciones y definirá los pasos a seguir. “El resultado de la votación permite corroborar que Cuervo ha dado cumplimiento a la legislación vigente y está en línea con la visión de las autoridades en materia de desarrollo energético para Chile”, manifestó la empresa respecto al proyecto, que ha generado una importante oposición por parte de la ciudadanía.
El Comité, encabezado por el Ministro de Medio Ambiente e integrado también por Energía, Minería, Economía, Salud y Agricultura, analizó ayer en la mañana 11 recursos de reclamación que buscaban impugnar el permiso ambiental obtenido en 2013. “Se acogieron parcialmente los recursos de reclamación y se hicieron precisiones respecto a materias de fauna acuática y flora terrestre, principalmente orientadas a incrementar el monitoreo y seguimiento de algunas especies”, explicó el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier. Agregó que también se estableció un Plan de Monitoreo de Alerta Temprana con el desarrollo de un Protocolo de Acción, para la generación y análisis de información adicional asociada al llenado y operación de embalse, lo que deberá ser revisado por Sernageomin.
El titular de la cartera recordó, eso sí, que “si algún reclamante estima que hay mérito, pueden reclamar al Tribunal Ambiental de Valdivia”.
Dudas del proyecto
El ministro de Energía, Máximo Pacheco, advirtió que este permiso “solo sirve para la central hidroeléctrica y ahora el titular del proyecto tiene que avanzar en la tramitación ambiental de la línea de transmisión. Si la empresa no consigue permiso para su línea de transmisión, este proyecto no es viable. Y esta línea tendrá que alinearse con la política energética regional y la nueva ley de transmisión”.
Más allá de la falta de plazos, en el mercado hay dudas respecto del futuro de Cuervo. Esto, porque por un lado el socio mayoritario, Glencore, hoy enfrenta problemas financieros, considerando que es una de las mineras más golpeadas por el precio del cobre e incluso tiene a la venta el yacimiento Lomas Bayas. En el sector dicen que es poco probable que la compañía desarrolle la hidroeléctrica cuando tiene tan alicaído su negocio principal.
Por otro lado, figura la firma australiana Origin, que en 2014 decidió bajar su participación en la propiedad de la iniciativa y también desistió de invertir con Enap en una cogeneradora en Concón. Durante el segundo semestre de 2015, Energía Austral redujo el 70% de su equipo y salió el gerente general.
US$ 733 millones es la inversión contemplada por Energía Austral para la central Cuervo, que pretende instalar dos embalses.
Tres centrales considera la empresa en la región: Cuervo, y más adelante, Cóndor y Blanco.
11 recursos de reclamación revisó ayer el Comité de Ministros, los que apuntaban a temas de hidrología, flora, fauna, paisaje, turismo y riesgo, entre otros.
Ambientalistas protestan tras conocer la resoluciónGrupos ambientalistas de la Región de Aysén causaron desórdenes en las calles de Coyhaique en rechazo a la decisión del Comité de Ministros. Unos sesenta manifestantes cortaron el tránsito en el frontis de la sede del Servicio de Evaluación Ambiental, en calle Ogana, donde mostraron consignas en defensa de la Patagonia.
Los activistas después se dirigieron, con lienzos y pancartas, al edificio de la intendencia. “Todos decían que con el rechazo a HidroAysén se había acabado la campaña Patagonia Sin Represas, pero seguimos con más fuerza”, afirmó Peter Hartman, coordinador de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida.