“Negociar, y no imponer, será clave en la relación del nivel central con la región”
Ricardo Cifuentes Subsecretario de Desarrollo Regional
La elección popular del gobernador regional, que se realizaría por primera vez en 2017, obligará a la autoridad central a compartir recursos y decisiones con las regiones.
Si bien reconoce la demora en el proyecto que cambia la figura del intendente y posibilita su elección popular, el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, atribuye este atraso a la necesidad de consenso de una reforma que cambiará la forma de administrar el país, manteniendo un Estado unitario pero otorgándole más poder de decisión a las regiones. “Esto desencadenará muchos procesos hacia adelante. Incluso los partidos tendrán que regionalizarse”, advierte.
¿Cómo se dará la relación entre el futuro gobernador regional y el futuro Presidente? ¿Cómo se pondrán de acuerdo?
El momento para que conversen ambos candidatos tras las elecciones, de tal manera que se dé el voto programático, que se discutan las ideas a desarrollar en los próximos cuatro años. Creamos un instrumento en la ley que se llama “contrato región”, entonces los dos candidatos que ganen van a tener que sentarse a conversar y en dos meses (antes que asuman) ponerse de acuerdo en un plan de desarrollo para la región.
¿Qué pasara si no llegan a acuerdo, en especial si son de colores políticos distintos?
Si no se ponen de acuerdo siguen por separado, pero nosotros privilegiamos el acuerdo. Ahora, ambas partes tendrán recursos, ambas querrán hacer cosas por la región y ser reelectos. Mientras más cosas hagan, mejor. Si el gobierno regional quiere hacer un camino de $ 200 millones, pero no le alcanza, va tener que buscar el acuerdo programático con el nivel central. Negociar, y no imponer, será la palabra clave en la relación del nivel central con las regiones. Las decisiones ya no se tomarán sólo de un lado, como hasta ahora.
¿Por qué se suprimió la figura de gobernador regional designado que el gobierno había impulsado en un inicio?
Acordamos tener un gobernador regional electo y gobernadores provinciales designados. En la medida que este nombre represente bien al mundo parlamentario y a la gente que está vinculada a las regiones, no vamos hacer una objeción por un nombre. Nos parece más importante la reforma en el fondo que en la forma.
¿Cuál va ser el nuevo rol de este gobernador regional en relación a los atributos de los intendentes actuales?
Deja de tener a cargo las funciones de gobierno interior, como el orden público o extranjería que hoy maneja el actual intendente. Se queda con la función de ejecutor del gobierno regional, pero con más atribuciones: aumentan sus competencias y disminuyen las de los ministerios. Estos van a generar las políticas nacionales, pero la ejecución va estar transferida a este gobierno regional con una cabeza que ahora se llamará gobernador regional.
¿Cómo se va a materializar la descentralización de los servicios?
Lo que queremos es descentralizar en un principio la Corfo, que los recursos de esta entidad pasen al gobierno regional, que va tener una personalidad jurídica distinta y propia para gestionarlos. Pero en Salud, por ejemplo, todo seguirá a cargo del Minsal, que administra los hospitales, y de los municipios, que maneja la atención primaria. Pero eventualmente en nuestro modelo sería posible que el gobernador regional le solicite al Presidente que le transfiera las competencias de los hospitales de mediana complejidad, que hoy administra el Servicio de Salud Regional. La ley crea un mecanismo por el cual el gobernador regional puede solicitar nuevas competencias de acuerdo a lo que se priorice. Creemos que todo esto va estar terminado en 10 años. Es un proceso paulatino en el que el gobierno regional empieza a asumir nuevas competencias.
¿Qué va a pasar con los funcionarios de los ministerios en regiones? ¿Serán parte del gobierno regional?
Estamos viendo distintas modalidades. Puede que los funcionarios sigan siendo funcionarios del ministerio y que el director lo nombre el intendente. O que los recursos pasen al gobierno regional y éste le encargue al servicio los trabajos, pero ahora bajo la decisión del gobernador. Por eso tenemos tres regiones piloto (Biobío, Los Ríos y Antofagasta) funcionando con Corfo y Sercotec traspasados al gobierno regional para ir haciendo los ajustes.