5 propuestas de intersecciones más seguras para diversos modos de movilidad
La Asociación Nacional de Funcionarios de Transporte de Ciudad, conocida por su sigla NACTO, elaboró seis principios para diseñar intersecciones que tratan sobre cómo se pueden aprovechar las calles para ofrecer viajes más eficientes y seguros a todos los usuarios del espacio vial (peatones, ciclistas, usuarios del transporte público y automovilistas).
Usando como punto de partida estos lineamientos, la asociación formuló cinco propuestas en las que muestra cómo se verían aplicados en diversos tipos de intersecciones y que se podrían implementar en diferentes ciudades del mundo.
1. Intersecciones en avenidas
Según NACTO, las intersecciones multimodales, o cruces de avenidas principales, deben tener ciertos elementos que permiten distribuir el espacio vial entre los distintos modos de movilidad, darle un mayor orden visual, y al mismo tiempo, volverlo un punto seguro.
El primero de éstos son las islas peatonales que, en caso que se instalen entre las vías que tienen diferentes direcciones, les ofrece a los peatones, sobre todo a los adultos mayores y a quienes tienen algún grado de movilidad reducida, la posibilidad de esperar en una área resguardada que tiene mayor visibilidad a que cambie la luz peatonal para que puedan continuar su cruce.
El segundo elemento consiste en darle espacios señalizados a los ciclistas mediante señaléticas y pintura en la calzada para que no solo sea visibles para quienes andan en bicicleta, sino que también para los demás usuarios del espacio vial. Asimismo, las intersecciones no deben ser un espacio confuso, sino que deben ser parte de las ciclovías mediante la pintura que indique los tramos en los que deben circular los ciclistas.
El tercero plantea que las paradas del transporte público en las avenidas involucradas se pueden definir de acuerdo a los principales destinos, las condiciones para combinar con otros modos de transporte (intermodalidad) y las condiciones de la ruta. Además, considera que los pasajeros tengan una zona de espera determinada.
El cuarto y último elemento propuesto por la asociación apunta a que en una de las avenidas involucradas en una intersección es posible eliminar los giros de los automovilistas a la derecha o a la izquierda -dependiendo de las características del sector- para que así se puedan reducir los puntos de conflicto con otros usuarios, especialmente con peatones y ciclistas.
2. Intersecciones de avenidas con calles menores
En los cruces de una avenida principal con una calle menor existen riesgos que en su mayoría exponen a los grupos más vulnerables de la Pirámide de Jerarquía de Movilidad Urbana, o sea, los peatones y ciclistas.
Esta situación puede ser ocasionada por dos factores: uno, porque los automovilistas al tener la opción de virar hacia una calle menor no encuentran restricciones para disminuir su velocidad, y dos, porque al no haber cruces peatonales ni espacios definidos, la calle se vuelve un sector poco atractivo para caminar o andar en bicicleta.
Es por esto que NACTO recomienda que en los primeros metros de una calzada secundaria se instale un cruce que tenga la misma altura que la vereda para que sea una extensión de ésta y obligatoriamente los automovilistas se detengan para darle la preferencia a los peatones, quienes quedan más visibles.
De la misma manera este tipo de intersecciones también incluye parte de la ciclovía, un punto sobre el que la Asociación dice que remarca la preferencia de ambos modos.
Junto con esto, es aconsejable que a lo largo de la calzada de la calle principal se pinten varios pasos de cebra para que los peatones sean visibles al momento de cruzar y para que los automovilistas también disminuyan la velocidad en esta vía.
3. Elevaciones en calles menores
El espacio en amarillo de la imagen superior está construido a la misma altura que las cuatro veredas que involucra para darle continuidad a las caminatas y así beneficiar a los peatones. No obstante, la principal ventaja de este tipo de intersecciones es que en cualquiera de las calles obliga a los conductores a detenerse antes de entrar a esta área y a circular a una menor velocidad.
Para complementar esta propuesta que funciona como un espacio compartido en que al no haber señaléticas ni cruces peatonales, se da la preferencia según la Pirámide de Jerarquía de Movilidad Urbana, NACTO aconseja instalar obstáculos en las esquinas.
4. Mini rotondas en calles menores
En las intersecciones sin semáforos con un flujo reducido de vehículos, es aconsejable crear mini rotondas, de acuerdo a NACTO.
Esto porque crea espacios viales que obligan a los conductores a detenerse para reconocer cómo pueden circular, siempre dándole la preferencia a los peatones y ciclistas.
Además, como se pueden instalar en aquellos sectores residenciales en los que es necesario circular a bajas velocidades, entrega una distancia de 4,5 metros, en promedio, hasta la esquina peatonal, lo que hace que puedan circular tranquilamente ciclistas y peatones.
Por último, se puede hacer más acogedor el entorno con la plantación de arbustos, sin que obstaculicen la visión de alguno de los transeúntes.
5. Complejas
Antes de intervenir una intersección compleja, o que sea irregular al no tener forma de cruz, es necesario conocer cómo es el cruce y qué es lo que ocurre en él. Para esto, hay que observar qué es lo que hay en el lugar y cómo se comportan las personas ahí.
Una vez hecho esto, es posible empezar una remodelación que incluye, entre otros puntos, crear más intersecciones, extender las aceras para quitarle pistas a los autos y recuperarlas como espacios públicos, instalar islas peatonales que a su vez sean separadores de pistas y que haga más compacto el cruce y habilitar ciclovías, entre otras opciones.
De esta manera, será posible reducir los puntos de conflicto, distribuir las pistas para autos en nuevos espacios de circulación para otros usuarios y construir nuevos espacios públicos.
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