Transantiago: no detención de buses en paraderos es el principal reclamo de los usuarios
Si bien cayó el número de conductores sancionados por este ítem, sigue siendo la queja más recurrente. Mal manejo de los choferes y baja frecuencia son las otras causas mencionadas por los pasajeros.
El último informe sobre los reclamos de los usuarios del Transantiago arrojó un alza de las quejas en un 11% entre diciembre de 2014 y el mismo mes del 2015, destacando la no detención de los buses en las paradas estipuladas, con 6.159 casos como el principal origen de estos.
El segundo punto que registró más reclamos fue el comportamiento y manejo de los conductores, con un total de 3.950 denuncias en un año, seguido por la mala frecuencia de las máquinas, lo que afecta la regularidad del servicio o el tiempo de espera en los paraderos (ver infografía).
Desde el Directorio del Transporte Público Metropolitano (Dtpm) detallan que las empresas operadoras del sistema “están sujetas a los mismos indicadores de desempeño, además de reglas de descuentos y multas, en el caso de que se identifiquen faltas”. Por ello, si un conductor de una máquina no se detiene en un punto establecido por su plan operacional, es sancionado por el Dtpm. El año pasado se cursaron infracciones a 138 choferes, en un total de 1.200 fiscalizaciones, mientras que en 2014 fueron sancionados 680 trabajadores por no cumplir con esta medida.
Según el Dtpm, desde que se inició un plan especial de control de buses, se ha experimentado un cambio entre los conductores. “Esta baja responde al plan que hemos puesto en marcha y consideramos que es un tremendo avance, pues la no detención en paradas es uno de los aspectos que más afecta la experiencia de viaje de nuestros usuarios”, afirmó el director (s) de Transporte Público Metropolitano, Ricardo Montecino.
Durante 2015, las empresas operadoras cuyo personal concentró la mayoría de las infracciones, son Subus, con 37 conductores multados, Vule con 30 y Metbus, con 25 conductores descubiertos como infractores. Por otro lado, la empresa cuyos conductores recibieron el menor número de multas fue RedBus Urbano, con sólo seis infracciones.
Genaro Cuadros, coordinador de la Mesa por un Nuevo Transantiago, aseguró que los choferes tienen determinados tipos de conducción, debido a que las máquinas utilizadas están en mal estado. Esto se traduce, por ejemplo, en frenazos bruscos, lo que se solucionaría con la salida de los buses deficientes en la próxima licitación del sistema.
“Respecto a que no se respetan las paradas, eso tiene que ver con el sistema con que se optó cuando se creó el Transantiago: la frecuencia está dada por la salida desde los terminales y no por la llegada a los paraderos”, dijo. Agregó que a esto se suma que los trabajadores plantean que sus trayectos están sujeto a modificaciones cuando, por ejemplo, hay congestión.
Visión de operadores
Julio Toyos, vocero de la firma Subus, señaló que cuando se recibe un reclamo de un pasajero sobre incumplimiento del servicio, “se verifica que ese paradero sea autorizado para abordar. Si lo es, citamos al conductor y revisamos su historial de reclamos”. Agregó que dependiendo de esa información, se toman acciones que van desde la amonestación verbal o escrita, pasando por capacitarlos en su oficio, hasta la desvinculación por la repetición de esta práctica.
Diego Muñoz, gerente de Planificación de la empresa STP, sostuvo que los pilotos conocen bien la ruta que deben realizar, pero sostiene que no se detienen en algunos puntos porque hay evasión del pago del pasaje. “Les señalamos que en esas paradas existen personas que sí cancelan la tarifa y pedimos saber dónde se ubican estos lugares para fiscalizarlos”, planteó.
De acuerdo a los operadores, los viajeros valoran que haya una regularidad óptima, indicador con que se mide cuanto tiempo espera una persona por el bus, mientras las juntas de vecinos también les plantean a las que haya una frecuencia correcta y que no se produzcan “trenes” de microbuses, cuando se concentran en un determinado momento, lo que impide a los usuarios tomarlo en diferentes momentos del día. Además, esto lleva a que se llenen las máquinas, porque el servicio no es espaciado.
Louis de Grange, académico de la U. Diego Portales, señaló que la calidad del servicio del transporte público “se mide en encuestas y durante todo 2015 los números son deficitarios. Los peores desde 2009” y añadió que el Metro es evaluado mejor que el transporte de superficie. “Definitivamente, es más rápido y confiable para predecir a qué hora vas a llegar”, dijo. Esto lleva a que en los últimos años, mientras hay una alta demanda por el tren subterráneo, los buses circulen con menos personas.
De Grange manifestó que los problemas del Transantiago, podrían superarse si se potencian medios diversos como son los taxis-colectivos, espacios para realizar caminatas y la extensión de la red de Metro a 300 kilómetros.