Libro: “La Ciudad se llama Cafeína”
“La Ciudad se llama Cafeína”
Autor: Cristóbal Valenzuela Berríos
Editado por: Ediciones del Desierto
Idioma: Castellano
ISBN: 978-956-9693-01-4
Año: 2015
Dónde encontrarlo: En el sitio del autor.
Sobre el libro:
Los recorridos diurnos y nocturnos de un peatón omnipresente que deambula por Santiago es lo que nos muestra “La Ciudad se llama Cafeína”, la primera publicación del cineasta y fotógrafo Cristóbal Valenzuela.
En sus páginas, el autor nos invita a ser parte de sus caminatas y nos transporta a espacios públicos de Santiago que probablemente conocemos, pero que los podemos ver desde una nueva perspectiva.
Asimismo, podemos ver escenas que solo ocurren en la noche, o en momentos muy puntuales que en el día podemos omitir, pero que podemos revivir a través del lente de Cristóbal y ser testigos de una ciudad nocturna.
“La Ciudad de llama Cafeína”, porque es un torrente perpetuo, nos dice su autor.
Contenidos:
– Prólogo / Por José Luis Torres Leiva
– La Ciudad se llama Cafeína (Fotografías)
Extracto:
“Lo primero que me atrajo del trabajo de Cristóbal fue su espontaneidad. Lo que habla Cartier-Bresson sobre el instante entre antes de apretar el obturador y el instante justo al soltarlo. Siento que sus fotografías se encuentran expuesta en el momento preciso, ni antes ni después. Sus silencios, encuentros, luces y sombras, rostros perdidos en la nada o en algún pensamiento fugaz, encontrados entre abrazos fraternos, la madrugada capturada por un caminante que le cuesta conciliar el sueño. Paisajes alucinados de una puesta en escena que pareciera intangible”. (Prólogo).
“Son escenas irrepetibles que la fotografía de Valenzuela acumula; foto a foto, la noche se prolonga, la ciudad crece y nos acompaña con su cromatismo gastado, se mete en nuestras casas y es ahora la ciudad quien nos habita. La ciudad se llama cafeína es un revelado del mundo actual: Chile nos mira a los ojos por medio de las mismas imágenes que, de una manera u otra, vienen solapadas a la memoria común. Este libro está lleno de pequeños hallazgos, a veces una simple luz, que fueron arrancados a la cotidianidad”.