Nuevo Transantiago debutaría en 2018 con déficit en infraestructura
Relicitación del sistema no completa malla óptima de 300 km de corredores
Expertos dicen que sin más pistas segregadas no mejorará la calidad de servicio del sistema, debido a la baja de velocidad provocada por la creciente congestión.
El creciente parque automotor de Santiago, que ya supera los dos millones de vehículos, genera una reducción anual de 3% en la velocidad de los buses del Transantiago. La creciente congestión es la causa principal de la baja frecuencia y regularidad con que, en muchos sectores, circulan los buses. Para revertir este efecto, los especialistas, en forma unánime, plantean que se deben segregar las vías con el propósito de generar pistas exclusivas para la circulación de buses.
En 2005, cuando Transantiago aún estaba en diseño e implementación, se proyectó una red de 300 kilómetros de corredores que, en teoría, permitirían un tránsito expedito de los buses.
A nueve años del inicio del sistema, solo se han ejecutado 76 kilómetros de vías segregadas (25% del total) y si se consideran los 40 kilómetros comprometidos en esta administración, se llegará a solo 117 km hacia 2018 (año en que debutará el “nuevo Transantiago”, nacido de la relicitación de contratos de 2017), según el directorio de Transporte Público Metropolitano. Es decir, un poco más de un tercio de la red proyectada en 2005.
En vías Solo Bus (un carril exclusivo para buses dentro de una arteria compartida con autos) sucede algo similar: los operadores plantearon en un documento elaborado por la extinta asociación de empresas (Actus), que se deben implementar 105 kilómetros para un funcionamiento óptimo, es decir, casi el doble de los 135 kilómetros actuales y más del doble de los 40 kilómetros también anunciados por el Gobierno para los próximos años.
En vías exclusivas, el Ministerio de Transportes solo ha considerado las siete definidas para el centro de Santiago.
El ex ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, dice que el proceso de la nueva licitación va demasiado lento. “Preocupa lo poco que se propone en infraestructura, que es crucial para que funcione. Esta licitación es una oportunidad única, hay buenas ideas, pero siento que no está la urgencia respecto de lo que significa”.
Complementa el ex coordinador de Transantiago y especialista en transportes Raimundo Cruzat: “El plan maestro de infraestructura que se estableció en 2011 terminó por desecharse. Esto preocupa porque un corredor desde que se presenta hasta que se termina demora unos cuatro años, y los tiempos son acotados. Hoy el foco solo está puesto en los buses”.
Carlos Melo, secretario técnico de la licitación del nuevo Transantiago, dice que este año el Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM) debiese presentar un nuevo plan de infraestructura. “Estamos trabajando en forma coordinada con ellos para ver qué aspectos priorizamos, de cara a la construcción del nuevo sistema dentro de la estructura de un nuevo plan de infraestructura”.
Cambio de nombre
El subsecretario Cristián Bowen dijo que se evaluará cambiar el nombre del Transantiago, tras una consulta pública no vinculante lanzada ayer.