Reconstrucción de Iglesia de la Merced de Rancagua suma obras y se aplaza hasta agosto
Trabajos en el Monumento Nacional seriamente dañado en el 27-F presentan un 94% de avance:
Nuevos recursos permitirán restaurar el campanario del recinto, además de importantes piezas de madera, como el púlpito y el altar mayor del templo que está cerrado al público desde 2010.
Hasta agosto se extenderán las obras de restauración del conjunto arquitectónico que incluye a la Iglesia de la Merced de Rancagua, Monumento Nacional, que resultó gravemente dañada por el terremoto del 27 de febrero de 2010. Desde esa fecha permanece cerrada al público.
El templo católico, de arquitectura colonial, fue construido en 1770 y sirvió de cuartel para el general Bernardo O’Higgins, durante la Batalla de Rancagua, el 1 y 2 de octubre de 1814.
El proyecto inicial de restauración, que ya presenta un avance de un 94%, tiene una inversión de más de $2 mil millones, e incluye -aparte del templo, la casa parroquial, salones y el sector del noviciado, lo que en total representa una superficie de unos 3 mil m {+2} .
Pero ese proyecto no consideraba algunas obras que se sumaran ahora gracias a una ampliación del contrato aprobado por el Consejo Regional de O’Higgins, por un monto de $363 millones, hasta totalizar $2.488 millones.
A las obras ya ejecutadas se sumarán la recuperación y refuerzo estructural de la torre del campanario, desde donde Bernardo O’Higgins vigiló los movimientos de las tropas realistas durante el sitio de Rancagua.
Se ejecutarán trabajos al interior del templo, como la restauración del altar principal y el púlpito, ambos de madera policromada, además de la nave central y las dependencias del coro y sus escaleras.
Adicionalmente, se restaurará la escalera de acceso al noviciado, adosado al templo, y se mejorará el sistema de captación de aguas lluvia, con canaletas y bajadas de agua que, siendo una medida de protección para los muros de adobe, serán instaladas de manera que no alteren ni perturben la línea arquitectónica original.
Para su recuperación se intervendrán vigas y pilares de los corredores interiores y se colocará cielo raso al corredor del Patio N° 3, lo que, según explicó la arquitecta e inspectora fiscal del proyecto, Asunción Salazar, se sumará a la restauración en curso del zócalo exterior -que protege la base del muro- que recorre la pared sur del templo.
“Todo de acuerdo con los plazos”
El seremi de Obras Públicas de O’Higgins, Pablo Silva, confirmó que el término de las obras con la ampliación se fijó para agosto próximo, y afirmó que “todo se encuentra funcionando de acuerdo con los plazos”.
“Estamos muy contentos de los avances. Ha sido un buen trabajo, el que cumplirá con las expectativas que representa esta iglesia, no solo para Rancagua, sino para el país”, puntualizó.
La ejecución de las obras, que fueron asignadas a la empresa Constructora de Vicente, se inició en septiembre de 2014.
Ha sido un trabajo complejo, por cuanto una de las exigencias del contrato era que la reconstrucción se realizara usando las técnicas constructivas que originalmente se utilizaron en la edificación de las obras, en combinación con nuevas técnicas para asegurar la resistencia estructural del recinto.
Ello incluyó la instalación de mallas metálicas electrosoldadas, destinadas a mejorar su resistencia sísmica.
Las faenas incluyeron también la recuperación de las piezas de madera originales del templo, que estaban en condiciones de ser reutilizadas y que fueron trabajadas casi de manera artesanal, por jóvenes carpinteros capacitados especialmente.