Murió Fernando Daza, el último grande del muralismo
Por Natalia Rivero y Daniela Silva.
Autor de la obra en el cerro Santa Lucía:
El artista, también destacado caricaturista , falleció este miércoles en su taller, a los 85 años. Justo cuando preparaba una nueva exposición.
A los pies del cerro Santa Lucía se impone un mural, de 10 metros de largo, que casi todo santiaguino reconoce: “Homenaje a Gabriela Mistral” (1971), donde la poeta aparece junto a un grupo de niños. La obra es de uno de los muralistas chilenos más importantes, Fernando Daza, quien murió este miércoles, por un infarto, a los 85 años. Justo estaba trabajando en su taller, dibujando al poeta Pablo Neruda, para una nueva muestra sobre los dos chilenos ganadores de premios Nobel.
Nacido en 1930, Daza comenzó sus estudios de arte en la U. de Chile y tuvo como maestros a Pablo Burchard, Gregorio de la Fuente y Marta Colvin. En 1976, se autoexilió en Venezuela y luego se radicó en Miami, donde dibujó para el diario Miami Herald. Volvió a Chile en 2004, por lo que su legado artístico ha quedado repartido por diferentes países de Europa y América.
Descolló en el muralismo, donde recibió la influencia de los artistas mexicanos en los 60. En Chile creó tres. El más icónico es el que le dedicó a Gabriela Mistral en el Santa Lucía, pero también destacan “A los trabajadores” (1972), de 50 m {+2} , en Manufacturas Ex Sumar, y “La Búsqueda” (1973), de 200 m {+2} , en el Club la República, el edificio de la masonería -que él integró por más de 40 años-, donde ayer fue velado. Su funeral será el sábado, a las 12:00 horas, en el Cementerio Parque del Recuerdo.
“Se nos fue uno de los maestros”, señala Mono González, muralista de la primera Brigada Ramona Parra, y agrega: “El año pasado murió Fernando Marco. Estamos quedándonos sin muralistas”.
Francisco Brugnoli, director del MAC, valora su legado: “Sin duda, su gran aporte fue mantener viva una tradición muralista en Chile”. Y sobre su obra reflexiona, también, Ramón Castillo, director de la Escuela de Arte de la UDP, quien destaca “su estética, muy acorde a la del muralismo mexicano, pero con gran capacidad de adaptarse a las temáticas nacionales”, dijo.
También fue un excelente dibujante y su interés por las viñetas lo llevó a trabajar en Topaze. “Fue un magnífico caricaturista”, lo definió Jimmy Scott, con quien trabajó en dicha revista.
Daza tuvo proyectos hasta sus últimos días. Su hijo, Cristián Szott, señala que intentarán preservar su legado: “Nosotros como familia estamos estudiando alternativas para que efectivamente se desarrollen otras exhibiciones y sus proyectos”.