Es hora de usar las plazas en rotondas y bandejones centrales
Muchas son inaccesibles para los peatones en una ciudad que clama por más áreas verdes.
Las ciudades de la OCDE promedian 20 m2 de áreas verdes por habitante, una superficie que dista dramáticamente de los 1,9 m2 que tienen los vecinos de Renca o, incluso, los 6,32 m2 a los que disponen las familias de Lo Barnechea, la comuna con más cobertura vegetal de la capital, según un estudio de la U. Adolfo Ibáñez.
La posibilidad realista de resolver este déficit y crear muchos más espacios para construir parques en Santiago es limitada, en una ciudad que ha visto sus terrenos transformarse en un bien escaso y altamente apetecido por el sector inmobiliario.
Sin embargo, una gran cantidad de áreas verdes generadas por bandejones centrales o rotondas podría mitigar en parte ese déficit.
Hoy esos espacios, que tienen un riego municipal asegurado, son áreas principalmente decorativas que las personas apenas usan. Principalmente por la falta de accesos viales.
Para Ignacio Lira, director de la Fundación Mi Parque, “es urgente resolver ese acceso de manera creativa. Se pueden instalar en estos espacios gimnasios al aire libre, áreas de descanso o proyectos de arborización”. Ideas que solo pueden resolverse con un cruce peatonal.