Gobierno busca ahorrar 20% anual de energía en edificios públicos
Para avanzar en eficiencia energética, uno de los objetivos principales: El modelo que se quiere implementar, conocido como Esco, no tiene costo de inversión para los dueños de la instalación y se paga por medio de los ahorros que se generan.
Para el Gobierno, y sobre todo para el Ministerio de Energía, fomentar la eficiencia energética es fundamental, y para ello incluso existe un proyecto de ley. Sin embargo, es precisamente uno de los capítulos de la Agenda de Energía en donde todavía hay deudas importantes, porque avanzar en esto requiere un cambio cultural y de hábitos.
Si bien se han hecho algunos avances específicos -como, por ejemplo, extinguir las ampolletas incandescentes luego de 132 años de uso-, ahora el Gobierno busca ir más allá: “Tenemos que hacer un esfuerzo como sector público para usar mejor los recursos (de energía). Debemos liderar en este sentido”, dice el ministro de Energía, Máximo Pacheco.
El modelo que buscaría implementar el ministerio, precisamente en los edificios públicos, se conoce como Esco (Energy Services Company). Lo que frena la eficiencia en estos proyectos es justamente el costo que implica hacer el recambio tecnológico que permite consumir menos energía, por lo que este modelo implica un avance en ese sentido, pues la empresa que ofrece el servicio paga la inversión que se requiere para identificar las oportunidades de ahorro y luego adoptar medidas de eficiencia -liberando así del costo al dueño de la instalación-, y luego, una vez medidos y verificados los ahorros, ese dinero es dividido mensualmente en partes iguales entre la empresa que ofrece el servicio y el dueño de la instalación.
El Ministerio de Energía pretende que este modelo se aplique en su edificio, para que así se extienda a otros edificios públicos y luego al sector privado. En Estados Unidos este modelo de negocios está extendido; de hecho, el 80% del mercado de eficiencia energética corresponde a implementaciones de proyectos de ahorro de energía, y gran parte de estos se hacen a través del modelo Esco, dice Héctor Arellano, gerente de ingeniería de Efizity, una de las empresas que ofrecen este servicio y que a la fecha tiene 15 contratos en operación y este año permite aumentar este número en 50%.
El ejecutivo dice que un edificio que usa este modelo puede tener ahorros monetarios superiores al 17% anual, en promedio, en la cuenta de luz.
“Nuestro modelo de negocio consiste en intervenir los sistemas de iluminación, frío y calor de espacios comunes en edificios de oficinas y/o comerciales, con el fin de reducir consumos innecesarios y optimizar las condiciones de la tarifa eléctrica del edificio, mediante le gestión en horas punta y el tipo de tarifa vigente”, comenta Arellano.
Mesa público-privada
En Chile hoy no existe ningún proyecto Esco en el sector público, aunque existe una mesa público-privada hace dos años para fomentar este modelo de negocio. “Se requiere un esfuerzo adicional por parte de la autoridad para que lo explote de manera definitiva”, advierte Arellano, quien añade que en el sector privado lo han instalado principalmente en edificios comerciales, como oficinas, retail , hoteles y clínicas.
El ejecutivo de Efizity dice que el sector público está llamado a ser uno de los grandes usuarios de este modelo, ya que hay un alto número de edificios públicos con tecnologías ineficientes, y el modelo implica cero nivel de inversión por parte del cliente y contratos a largo plazo. Sin embargo, comenta que todavía hay desconocimiento de los beneficios que genera el modelo Esco y acota que no están alineados los incentivos necesarios para que los encargados de mantención y operación de los edificios se motiven para decidir tomar este tipo de contratos de eficiencia.
Primer pasoEl Ministerio de Energía pretende que este modelo se extienda a otros edificios públicos y luego al sector privado.