El nuevo museo de Río de Janeiro para reflexionar sobre el futuro de nuestras ciudades
Imagínate un museo que revela cómo serán las ciudades en el futuro si el hombre sigue teniendo las mismas acciones que tiene hoy. Piensa en un lugar donde, a cada segundo, los datos se actualizan y muestran qué podría ocurrir con el planeta Tierra. Ese es el Museo del Mañana (Museu do Amanhã, en portugués), que desde diciembre de 2015, está impresionando a las personas que lo van a visitar en pleno centro de Río de Janeiro.
Nosotros fuimos para allá y podemos considerar que quien entra en el museo cambia su visión del impacto del hombre en la Tierra, haciendo que la visita sea bastante emocionante. Es que el Museo del Mañana toca un tema que todos conocemos, pero que es posible que no siempre lo tengamos tan presente: somos responsables por nuestras ciudades y nuestro mundo.
Desde el 17 de diciembre, cuando se inauguró tras cuatro años de espera, el museo diseñado por el arquitecto catalán Santiago Calatrava ha estado repleto de visitantes. Solo en su primer fin de semana abierto, más de 25 mil personas visitaron el museo. Si bien las filas eran largas y duraban horas, los turistas y moradores de Río estaban entusiasmados por conocerlo, y afirmaron que valió la pena la espera.
El museo es una de las principales obras del proyecto de revitalización de la región del puerto de Río, “Puerto Maravilla“, y es el resultado de los trabajos de la alcaldía de la ciudad y de la Fundación Roberto Marinho. Según dijo la Presidenta Dilma Rousseff, pese a que sea muy nuevo, el museo ya puede ser considerado un patrimonio histórico de Brasil, porque se convirtió en un “centro cultural, artístico y científico que elevará el espíritu crítico de niños, jóvenes y adultos“.
La exposición permanente se divide en cinco etapas, que tiene como objetivo reflexionar acerca del pasado, del presente y del futuro. El “corazón” del museo cuenta con pantallas de diez metros de altura que muestran el tamaño de la población mundial (por ciudades y países), lo mucho que ya desperdiciamos las materias primas y qué estamos haciendo con nuestro planeta, siempre proyectándolo 50 años en comparación al día de la visita.
La visita por el museo es registrada con una tarjeta, que hace que el trayecto sea totalmente interactivo: al acercar la tarjeta a las pantallas, se reproducen videos y el visitante puede jugar para descubrir su huella de carbono, entre otras cosas. Además, el idioma no es una excusa: todas los textos del museo están en inglés, portugués, español y francés.
En el recorrido, los visitantes pasan por un cine en 360 grados, por una intervención que representa el equilibrio entre los cuatro elementos de la naturaleza, por una obra indígena brasileña, entre otras novedades.
Pero de nada serviría un museo que habla del mañana sin preocuparse de él mismo ser sustentable, ¿verdad? Por eso, buscando ser coherente con su discurso, cuando se terminaron las obras de construcción, 85% de los desechos fueron reciclados. Asimismo, el museo está cumpliendo con seis medidas para obtener la acreditación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design, concedida por Green Building Council y referencia mundial en certificados de prácticas sustentables), entre las que se destacan:
Utilización de agua de la Bahía de Guanabara: el agua fría del mar es aprovechado para abastecer ocho espejos de agua y también para alimentar el sistema de aire acondicionado del edificio. Seis bombas, instaladas en el subterráneo del museo, conducen el agua para torres de enfriamiento, lo que disminuye el uso de electricidad y de agua. Después de circular por el sistema, el agua es limpiada y se devuelve al mar. Se estima que gracias a esa iniciativa serán ahorrados 7 millones de litros de agua al año.
Aprovechamiento de la luz solar: el museo tiene una cobertura inteligente que cuenta con 24 módulos conjuntos de alas móviles, instaladas en la cobertura metálica y que suman 5492 paneles fotovoltaicos, que se mueven de acuerdo con la trayectoria del sol. Así, el sistema suministra hasta 10% del consumo energético del museo.
Uso inteligente de la energía eléctrica: el lugar cuenta con sistemas de climatización e iluminación de bajo consumo que permiten un ahorro de hasta 50% en comparación con edificios convencionales. El proyecto valoriza la entrada de luz natural, la iluminación cuenta con cerca de 2.000 ampolletas LED. Además, los pisos de colores claros contribuyen para evitar la formación de islas de calor.
Compensación de carbono: Las emisiones generadas por el museo serán calculadas y compensadas con el apoyo del programa Reduce y Compense CO2 de Santander.
A pesar de ser un “museo del futuro“, lo central es pensar en el presente. Entonces, ya sabes: si vas a Río de Janeiro, el Museo del Mañana es una visita obligatoria.
Para saber más del museo, te invitamos a visitar su página web, su facebook, su instagram, su twitter y su canal de youtube.