Arte y Ciudad. Entrevista a la muralista Anis: “La pintura urbana le pertenece a la ciudad, le regala un espacio en el tiempo”
Su primer acercamiento con la pintura en paredes fue en quinto básico, en una protesta de su colegio. Sin embargo, no fue hasta los 12 años que Anis empezó a realizar murales en la zona sur de Santiago.
Cuando conoció a Abusacrew Wend -otra muralista- desarrolló sus murales con los niños del barrio Pedro Aguirre Cerda entre 2009 y 2011. Luego, su obra se expandió por Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay y Argentina, pasando por varios encuentros, festivales y eventos de graffitis y muralismo.
Desde hace dos años Anis vive y pinta en Valparaíso, donde, afirma, ha “experimentado otro ciclo de arte y calle, es una ciudad muy loca que no se puede dejar de visitar si te gusta el graffiti, el muralismo y la cultura“.
Recientemente, Anis participó de la exposición Muchachitas Pintoras, junto a otras 39 exponentes mujeres de ese tipo de arte urbano. Según ella, pintar en la calle “se siente como un juego como una aventura seria que no deja de ser divertida, que trata de poder entenderse con la gente, de los encuentros en cada espacio, de lo que cada uno imagina y te cuenta, el personaje que uno crea bajo el seudónimo o Tag se vuelve público y cobra vida propia: yo cuento lo que me pasa, digo lo que pienso, pero sin palabras, solo con formas y colores“.
Aquí, nuestra entrevista con Anis.
1. ¿Cuál crees que es la importancia del arte en el espacio público?
Creo que la importancia va desde el comunicar, desde que detrás de cada obra haya un discurso o un estudio que se quiera comunicar al resto… Por algo lo pones en la calle.
2. ¿Qué impacto genera el arte urbano en la ciudad y en sus habitantes?
Con el tiempo el impacto del arte público ha crecido, y también ha crecido la cantidad de gente que lo practica, que lo aprecia, y que le interesa difundirlo. Creo que este tipo de práctica urbana va impactando dependiendo de los contenidos que trae, de las hazañas de los exponentes que pintan en lugares inalcanzables y que de alguna manera remueven un poco en la sociedad para que esta vuelva su mirada sobre las pinturas de la calle. La pintura urbana le pertenece a la ciudad, le regala un espacio en el tiempo, es necesario lo contemplativo para el ser humano, la mayoría de las cosas descubiertas son a causa de la contemplación, el impacto entonces es de quien mira.
3. ¿Crees que el arte urbano es valorado en Chile?
Más que valorado, está tomando la atención de más gente, y ésta al mismo tiempo está más exigente con lo que quiere ver, exige imágenes “bonitas”, la mayoría decorativas. Creo que no sabemos qué hacer con todo lo que se esta poniendo en la calle, lo quieren comprar, pero el graffiti y el muralismo no se venden. De todas maneras, creo que todo va madurando y más allá de ser Chile es una acción universal que se está moviendo bien fuerte, sin la necesidad de banderas.
4. ¿Cuáles crees son las principales diferencias entre exponer en una galería privada y en el espacio público?
El público que asiste a la galería es más acotado que el que transita y ve una obra en la calle. Lo público no tiene hora de cierre; las galerías sí. Lo que se trabaja para una obra pública está expuesto desde el primer segundo que se empieza a pintar; en cambio el trabajo de taller tiene un proceso creativo totalmente íntimo y que solo se desnuda al momento de exponerlo.
5. ¿Qué buscas entregarle a la ciudad a través de tu obra?
Mi proceso creativo mientras trabajo en los muros es de pensar positivo, de darle mi vibra a cada trazo, color, forma, un acto de amor, eso es mi parte, con lo que me quedo. Como lo vea el resto es desde su propia perspectiva, pero siento que se lee esa intención buena onda. Busco que cada uno vea y piense lo que quiera, no ambiciono una visión en general, más que todo creo que me gusta poner mi trabajo a disposición, decir estoy aquí en resistencia.
6. ¿Qué factores crees que influyen en la permanencia de una obra en el espacio público?
La lluvia, el sol, los terremotos, alguien con un plumón, una campaña política, o cualquiera con ganas de rayar donde sea. También la gente que se hace cargo y que toma los murales como un regalo, se empodera con ellos y los cuida, las comunidades que sienten que se le dio vida a su calle, que les iluminó un poco su barrio.
Para conocer más la obra de Anis, te invitamos a visitar su página web y su facebook.