Detectan que 25% de conductores ebrios tiene menos de 30 años
Senda elaboró perfil de los automovilistas que fueron sacados de circulación tras ser fiscalizados el año pasado.
Cuatro de cada diez conductores que fueron sacados de circulación tras ser sometidos a una alcoholemia, se encontraba en estado de ebriedad, es decir, con más de 0,8 gramos del alcohol en la sangre, lo que es considerado un delito según la Ley de Tránsito.
Esta cifra es parte del perfil del bebedor que maneja, elaborado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), a partir de los controles efectuados en 2015 junto a Carabineros.
A nivel nacional, el 47,2% de los automovilistas detectados en esa condición tenían entre 30 y 44 años, mientras que el 25,8% se ubicó entre los 16 y 29 años. En la Región de Magallanes se detectó la mayor proporción de choferes ebrios, con un 48,3% de los usuarios fiscalizados.
En total, 3.370 conductores debieron abandonar las calles el año pasado. De estos, nueve de cada diez son hombres. El análisis indica que las regiones de Biobío y O’Higgins están sobre este promedio.
Si bien conducir bajo la influencia del alcohol es considerado una falta, ser detenido en estado de ebriedad acarrea mayores sanciones por tratarse un delito, con una pena de hasta diez años e inhabilidad perpetua para conducir vehículos.
Jimena Kalawski, jefa de la División Programática del Senda, aseguró que preocupa la edad en que se concentra el consumo. “Se trata de hombres que, en general, ya tienen hijos y están en una edad productiva”. Para enfrentar este problema, el servicio está trabajando en diferentes comunas para hacer un llamado a establecer horarios para la venta de estos productos y saber cuántas son las patentes disponibles de este comercio. “La idea es regule la oferta para que los jóvenes, en especial, eviten el consumo”, añadió. A esto se suma el reforzamiento de la educación en los colegios; los controles -fueron 200 mil en 2015- y las campañas en prevención.
Los expertos plantean que una preocupación se da por los altos niveles de ingesta que hay en la Región de Antofagasta, lo que -según el Senda- se podría presentar por un mayor adquisitivo mayor o por la disponibilidad del producto.
Paula Margozzini, académica del departamento de Salud Pública de la U. Católica, sostuvo que no le sorprenden las cifras, pues “el promedio de consumo en un día habitual en Chile llega a 55 gramos de alcohol puro, lo que equivale a cuatro tragos, lo que es muy alto”.
La investigadora atribuyó estas conductas de los chilenos, se debe a factores como el bajo precio de estos productos; la publicidad -que incluso se permite en el ámbito deportivo- y la oferta del mercado. “Lo venden en todo tipo de negocios, todo el día, por lo que está al alcance de la población”, comentó.
Por ello, Margozzini consideró que se debe endurecer las leyes en esta área para hacer complejo el acceso al alcohol. En esa línea, añade que una medida para restringir el consumo es subir la edad para la compra, de 18 a 20 años.