Pronostican alto nivel de esmog este invierno por mala ventilación y pocas lluvias
Por Manuel Valencia.
Dirección Meteorológica anticipa un año levemente seco, pero más lluvioso que 2015:
Cambio se explica por retirada del Fenómeno de El Niño. Gobierno alista medidas para mitigar los efectos de la contaminación en Santiago.
Este invierno, los santiaguinos deberán abrir los paraguas en más ocasiones que en 2015. Un informe elaborado por la Dirección Meteorológica de Chile anticipa que este año se acumularían más milímetros de agua por precipitaciones que las registradas el año pasado.
Si bien científicamente no es posible establecer un pronóstico real, se estima que se acumulen cerca de 230 milímetros de lluvias en la capital, lo que es indicativo de un año “ligeramente seco”. De acuerdo con la meteoróloga Claudia Villarroel, de la Dirección Meteorológica de Chile, esto sucederá pese al arribo del Fenómeno de La Niña, caracterizado por menos lluvias que el de El Niño, en retirada. El alza comparativa, explica, responde al bajo promedio alcanzado en 2015 por la inusual ausencia de precipitaciones en junio pasado.
En el corto plazo, se anticipa un otoño que prácticamente no se vivirá como tal y se caracterizará por sus altas temperaturas, en una especie de verano prolongado. “Probablemente no se perciba el otoño clásico con más días nublados y con algunos eventos importantes de precipitación y disminución sensible de las temperaturas”, afirma Jaime Leighton, jefe de Pronósticos de la Dirección Meteorológica de Chile.
Junto a ello, habrá menos ventilación, lo que configura un escenario propicio para altos niveles de contaminación en la cuenca de Santiago.
“Podríamos esperar mayor acumulación de contaminantes y una ventilación deficitaria, lo que va a generar muy probablemente, en conjunción con una norma más exigente, comparativamente con años anteriores, un año favorable a la mayor ocurrencia de eventos de mala calidad del aire”, explica Leighton.
Contaminación
El balance del Ministerio de Medio Ambiente indica que el año pasado hubo 53 episodios críticos de esmog (entre ellos, dos emergencias ambientales, 14 preemergencias y 37 alertas sanitarias).
Esos niveles no se alcanzarían este año, según el subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena. De todas formas, frente a las condiciones que se pronostican, explica que se alistan las medidas contempladas en la alerta sanitaria ambiental, que incluye acciones para enfrentar la polución por material particulado fino (MP 2,5).
“El planeta continúa con tendencias de cambio climático. La temperatura es más alta que antes y las herramientas con las que contamos estarán disponibles”, sostiene Mena.
Añade que se repetirán las medidas contempladas en 2015, pero que se trabajará en un plan para informar el término del uso de leña en Santiago. “Tenemos que dejar en claro que no tiene futuro”, sostiene.
Las alertas sanitarias ambientales regirán por última vez entre el 1 de mayo y el 31 de agosto. Ese modelo dará paso al nuevo plan de descontaminación para material particulado fino que está en proceso de discusión ciudadana hasta el jueves próximo y que debutaría en 2017.
