Chilenos que viven en la frontera buscan salud, bienes y servicios en países vecinos
El aislamiento del resto del país los obliga a mantener un activo intercambio:
No es por lujo, ni por hacer turismo. Es casi la única forma de satisfacer sus demandas básicas en zonas con condiciones climáticas generalmente adversas para hacer grandes desplazamientos. Los viajes pueden ser diarios, o bien se programan ferias semanales o mensuales. Y los nexos sociales también son muy fuertes.
Frutas, verduras, gas, muebles, tecnología y reunión familiar”Los fines de semana tenemos feria con los vecinos -en el hito tripartito con Perú y Bolivia, o en Charaña-, y ahí compramos papas, cebollas, uvas, manzanas, azúcar, bebidas, gas, papel higiénico, muebles, chalecos. Arica está muy lejos, como a unas cuatro horas, y las cosas son más caras”, cuenta Justina Flores, dueña de casa y que vive en Visviri. “Donde comienza Chile”, añade.
Mientras que Javier Choque es habitante de Pisiga Choque, en la comuna de Colchane y desde su casa ve la frontera. “Es mucho más conveniente ir a comprar a Bolivia. No tienen de todo, pero hay más variedad”. Eleucadia Challapa coincide. Ella vive en Pisiga Carpa. “Hay una feria cada 15 días, y uno puede comprar verduras, abarrotes y ropa. Iquique está como a tres horas de viaje”, dice.
Cerca de Ollagüe, en la Región de Antofagasta, en el Hito 67, el trueque convive con la venta de ropa, juguetes, productos alimenticios, neumáticos, electrodomésticos, e incluso computadoras. “La feria es una vez al mes, reúne a mil personas, y también se juntan familias separadas por la frontera”, cuenta Humberto Flores.
Médicos especialistas, energía, comunicaciones y conectividad en las regiones del sur”Más de alguno ha enfermado de apendicitis, y han tenido que correr a atenderse allá antes de que la cosa se agrave”, cuenta Óscar Hernández, presidente de la junta de vecinos de Puerto Fuy, la localidad más cercana a Pirihueico. Este último, a su vez, es el poblado más aislado de la Región de Los Ríos. Sin señal de celular ni energía eléctrica, 20 familias viven ahí. Hernández advierte que los viajes que más se generan son por problemas de salud, debido a que los gobiernos chileno y argentino mantienen un convenio vigente para que los vecinos de Pirihueico se atiendan allá.
En la Región de Aysén, en Chile Chico, su alcalde Luperciano Muñoz añade que “en el tema de salud, nosotros también vamos a Los Antiguos -en Argentina-, y nos atendemos con un especialista por $5 mil, en una localidad que tiene los mismos habitantes que nosotros (cinco mil personas)”.
“Necesitábamos facilidades. Aquí todo era a puro pulso. Ahora uno sale en el día con su lana a Cochrane”, enfatiza don Carlos Ibáñez Oliva (70), quien vive en el sector de San Lorenzo, a unos 50 km de Cochrane. En esa zona, el Cuerpo Militar del Trabajo y el MOP trabajan en mejorar la conectividad en rutas internas y hacia la vecina Argentina.