Puente Confluencia, uno de los más largos de Chile hecho en madera, es declarado Monumento Nacional
Con 521 metros de extensión, el Puente Confluencia, que data de inicios del siglo XX y que está ubicado en la localidad del mismo nombre en la Región del Biobío, es considerado uno de los más largos de Chile -e incluso de Sudamérica por algunos- no solo permanece en pie, sino que también en funcionamiento.
Durante 2015, los vecinos de Confluencia y de las comunas cercanas -Coelemu, Ñipas, Portezuelo y Ránquil- que se ven beneficiados con este viaducto, iniciaron una campaña para evitar su demolición que surgió como una opción ante el costo económico que requiere su mantenimiento para reemplazarlo por una infraestructura más moderna.
La eminente pérdida de este viaducto fue una situación que los vecinos rechazaron desde que se anunció, por lo que se agruparon y lanzaron la campaña “NO a la demolición del Puente Confluencia” que recurrió a varios mecanismos de difusión, siendo uno de ellos un video que les mostramos hace un tiempo en el que los usuarios del puente explicaban el valor que representa para ellos en su vida cotidiana y en su historia.
La iniciativa ciudadana ganó el apoyo de las autoridades locales, como de las municipalidades de Chillán y Portezuelo, además de la Unidad de Patrimonio de Chillán, quienes presentaron una solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para que el puente fuera declarado Monumento Nacional, en la categoría de Monumento Histórico, la que fue apoyada por el organismo.
Los valores culturales, históricos y sociales que el Consejo reconoció en la infraestructura y que a su vez le permitieron ser reconocido hace unos días como Monumento Nacional tienen relación principalmente con el hecho que es uno de los pocos puentes de Chile construido únicamente con madera que está en pie, en funcionamiento y que es uno de los más largos del país.
Asimismo, destaca por pertenecer a un sistema mayor de obras de conectividad de la región que favorecen los desplazamientos de sus habitantes por los valles, siendo uno de ellos los puentes sobre los ríos Ñubles e Itata, y el ramal entre Chillán y Tomé.
En la memoria de los vecinos, este viaducto es una obra importante a la que están ligadas sus vidas personales, incluso durante la Dictadura, por lo que es considerado un espacio que debe perdurar.
Las características que tiene este puente, aparte de su extensión, están dadas por el hecho de mantener sus estructuras originales que son dos estribos de hormigón armado con muros frontales y laterales.
Con la declaratoria aprobada por el Consejo de Monumentos, lo que resta del proceso para oficializar su reconocimiento, es que el Ministerio de Educación apruebe el decreto para que éste sea publicado en el Diario Oficial.
A continuación puedes ver el video que hicieron los vecinos para promover la defensa de este patrimonio.