Microbuseros aseguran que tendrán pérdidas de US$ 2,44 millones por la extensión del Biotrén
Terminó marcha blanca del tren urbano de Concepción: Servicio fue ampliado en 17 km hasta Coronel. Conductores de buses que hacen recorrido dicen que no se les tomó en cuenta.
Un mes atrás, el 1 de marzo pasado, a las 6:45 de la mañana, salió de la estación de Coronel el primer Biotrén con destino a Concepción. Los vecinos miraban el ferrocarril con una mezcla de alivio e incredulidad.
“Vamos a dejar, por fin, de usar los buses”, dijo la mayoría de los pasajeros de ese primer viaje. Y eso fue, efectivamente, lo que ocurrió debido a la extensión del servicio, que comprende siete nuevas estaciones hasta llegar a esa comuna del Gran Concepción.
Según la Asociación de Conductores de Buses de Coronel-Lota, los ingresos de los 600 conductores que hacen el recorrido han bajado en un 60%, mientras que Fesur, la filial de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) que administra el Biotrén, reporta que el sistema casi duplicó sus pasajeros. En los 31 días de marcha blanca del servicio la cantidad de usuarios del sistema pasó de 112 mil mensuales a 223 mil.
Por eso, a lo largo de la Ruta 160, que une ambas comunas y que corre paralela a la vía férrea, el panorama de las mañanas ya no es la congestión con micros atestadas. Al contrario: los carros del Biotrén pasan raudos a un costado de la autovía, y demoran en promedio hasta una hora menos que los microbuses. “Antes, al día, ganábamos $30 mil. Ahora, no pasamos de los $18 mil”, indica Emilio Flores, presidente de la agrupación, afirmando al mismo tiempo que, así las cosas, los ingresos anuales se van a reducir en US$ 2,44 millones. Van a pasar de US$ 6,11 millones, a US$ 3,67 millones.
“Acá solo pensaron en el avance en la ciudad. Es bueno, pero yo tengo 600 conductores que van a tener una baja de remuneraciones y se van a complicar. Y no se olvide que Lota solo vive de planes de proempleo, no hay ninguna empresa más”, señala Flores, y apunta a que la conducción de los microbuses es una de las pocas fuentes de empleo en Lota.
El dirigente agrega que hay otros temas que la autoridad se ha negado a conversar. “No pueden instalar un tema tan grande, sin conversar con los conductores. El transporte es un sistema. Se ve que los que pensaron en esto son los mismos que diseñaron el Transantiago…”.
En la medida que los conductores tengan problemas para pagar las mensualidades de las máquinas ($1.500.000 en promedio), Flores afirma que van endurecer su postura. De hecho, hay una reunión de los sindicatos en los próximos días, que podría terminar en un paro.
La opinión de los antiguos usuarios de los microbuses contrasta con los dichos de Flores, ya que recuerdan que antes de que se prolongara el servicio del tren, los microbuses corrían a alta velocidad, fijaban los precios de manera unilateral y no se detenían para recoger estudiantes.
Doble frecuencia
El ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, ayer fue a una inspección del sistema y anunció que este, junto con dejar de funcionar en marcha blanca, aumentará la frecuencia al doble: los trenes que hacen la ruta de 23 kilómetros entre Coronel y Concepción saldrán de la estación intermodal de la primera comuna cada 15 minutos, no cada media hora.
Las mejoras no terminan ahí. “El próximo proyecto importante en esta red es el puente ferroviario”, dijo Gómez-Lobo, quien calificó como un “cuello de botella” a la antigua estructura que cruza el Biobío, y que data de 1886. Tiene razón: el tráfico comercial y el aumento en el flujo de pasajeros representan una carga adicional que estos fierros del siglo XIX no pueden soportar. Junto a esto, EFE planea otras mejoras (ver relacionado).
La extensión del Biotrén, financiada con fondos Espejo del Transantiago, costó US$ 80 millones y comenzó a ejecutarse en 2014. El trabajo más importante fue construir siete estaciones nuevas, y edificar una vía férrea adicional.
Actualmente, el sistema cuenta con 26 estaciones y tiene conexión al Biobús, a taxis colectivos y montó un sistema de préstamo de bicicletas, llamado Biobici.
En tanto, y mientras los conductores preparan reuniones, la autoridad local busca la forma de incorporarlos al sistema de transporte público licitado de la ciudad, que no se actualiza desde 2002.
224
mil pasajeros movió el Biotrén desde que comenzó a operar la extensión (1 de marzo).
640
pesos cuesta el pasaje entre Coronel y Concepción en Biotrén. En bus, $700.
US$ 80
millones costó la ampliación del sistema de ferrocarril urbano del Gran Concepción.
Los proyectos de EFE para el Gran Concepción: Entre los planes con que EFE se proyecta en el Gran Concepción está el soterramiento de la vía en su paso por el centro de la capital del Biobío.
Actualmente se desarrollan estudios de ingeniería para determinar qué opción es más factible para que el tren corra bajo tierra en siete cuadras del centro. Se trata de un gran anhelo de los penquistas, pues la línea férrea aísla un polo de desarrollo del resto de la ciudad, ubicado en la costanera norte del río. Allí hay un parque, un mall y se construye el Teatro Regional.
Además, Biotrén estudia la forma más eficiente para llegar al centro de la ciudad. Ya cuenta con convenios con otras modalidades de transporte público (buses y bicicletas), pero EFE estudia la construcción de una línea de ocho estaciones tipo metro, desde la Estación Concepción, hasta las inmediaciones del terminal de buses y el Estadio Regional, en la Av. Ignacio Collao.
A ello se suma el reemplazo del puente ferroviario, que viene de la mano de otra iniciativa, que es aprovechar la estructura del puente antiguo para construir un paseo peatonal.