Ex ministro de Transportes y Telecomunicaciones Pedro Pablo Errázuriz: “Prohibir Uber es como prohibir Internet para proteger el Fax”
El pasado 23 de marzo un grupo de taxistas realizó la primera protesta del año en contra de aplicaciones como Uber y Cabify, que permiten que una persona contacte, a través de un smartphone, a un vehículo particular para trasladarse en la capital. Ayer, en tanto, nuevamente los taxistas salieron a protestar contra estos servicios, que en el caso de Uber, ya suman 11 mil conductores, según Soledad Lago, gerente de Comunicaciones para el Cono Sur de esta firma.
Desde que surgieron las primeras manifestaciones tanto el seremi de la RM, Matías Salazar, como el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo, han insistido en la ilegalidad del servicio, ya que estos vehículos particulares estarían prestando un servicio público sin autorización. Pese a que ello, hasta ahora no se ha ejercido ninguna acción legal, más allá de multar y retirar vehículos que infrinjan la norma.
Para el ex ministro de Transportes del gobierno de Sebastián Piñera, Pedro Pablo Errázuriz, las sanciones no son el camino para resolver esta controversia. Por el contrario, señala que el gobierno tiene las herramientas para legalizar este servicio, que a su juicio, es muy eficiente, y que debe ser adoptado pronto por los taxistas.
¿Cree que el ministerio puede hacer algo más, al margen de fiscalizar o multar o está atado de manos?
Creo que esta es una oportunidad gigantesca, maravillosa para el ministerio. Aquí se produjo un cambio tecnológico fundamental, estructural muy profundo, donde oponerse es absurdo. Es mucho más eficiente la relación entre el cliente y el vehículo, es más segura, la forma de pago es más simple, el costo total es más bajo, es un cambio estructural de la industria del transporte de pasajeros y, además, con la gigantesca virtud de que no hay autos circulando en la calles innecesariamente. Una de las grandes dificultades que enfrenta un taxista es que tienen que recorrer la ciudad sin pasajeros.
¿Qué deben hacer las autoridades en ese escenario?
El ministerio tienen un rol fundamental en ayudar a todos los taxis tradicionales a incorporarse a este cambio. El ministerio tiene que adaptar la estructura legal y en mi opinión, trabajar de la mano con los taxis tradicionales para adaptarse a este cambio o van a sufrir muchísimo. Mientras más rápido el ministerio los ayude a sumarse a la nueva tecnología, menos van a sufrir.
¿Qué herramientas tienen a la mano hoy el ministerio para incorporar a Uber?
Tiene herramientas legales, movilizar proyectos de ley que ayuden a los taxistas a cambiarse a esta nueva tecnología. Esta no es una discusión si fiscalizo, si detengo a Uber o Cabify…el sistema va a entrar de todas maneras.
Para no continuar con la ambigüedad que existe hoy ¿se puede dictar alguna norma que autorice o no a Uber?
Los países que han dicho sí o no, es como decirle sí o no a la tecnología de Internet para la música, es una tontera decir que no. El cambio de va a producir de todas maneras, es como prohibir Internet para proteger al Fax. La tecnología ya llegó y lo que puede hacer el gobierno es crear todos los instrumentos para facilitar esta nueva tecnología y ayudar a quienes no la tienen.
¿Por qué eso no sucede? ¿Por qué hay cautela en el gobierno? ¿Temor al gremio de los taxistas?
Creo que es tan grande la necesidad de más servicios de transportes, por las leyes de tolerancia cero y Emilia, el hecho de mayor congestión, hace que la gente ocupe cada vez más los sistemas de transporte públicos y privados, porque muchos de estos son sistemas privados de transportes. Entonces el ministerio prefiere que eso silenciosamente se movilice en esa dirección y no involucrarse.
Si se llega a suspender este servicio, también se genera un problema de empleo, ya hay 11 mil conductores….
No sólo eso, afectaría también a los usuarios que andan de noche, que han decidido hacer un transporte más seguro y no manejan cuando toman. La escasez de vehículos en la noche fue una de las cosas que ha gatillado esto.
Pero también puede existir temor a alguna movilización y paro de taxistas…
Por eso mismo, para que eso no se produzca, lo que tiene que hacer es ayudarlos a transformarse. Transitoriamente se puede retrasar la entrada de tecnología a esta servicio, pero es tanta la comodidad y calidad que los usuarios van a seguir usándolo.
Desde que estalló la controversia ¿cuál ha sido su mirada sobre la legalidad del servicio?
Sí es legal o ilegal es irrelevante, lo relevante es que hay que hacerlo legal porque es mucho más eficiente. El desafío de un gobierno es incorporar estas tecnologías .
¿Lo que se debe corregir es el decreto que regula el transporte privado?
Esa es la discusión sobre el pasado, claro, uno puede corregir un poco para aclararlo, pero más importante que eso es hay que establecer las reglas para que este nuevo sistema pueda entrar como sistema público para todos. Como no se conocía, no está bien reglamentado y está en el borde de servicio público y privado, y uno puede argumentar en ambas direcciones, pero lo que hay que hacer es corregirlo.
“Hicimos varios aumentos del parque”
Uber llegó a Chile en enero de 2014, a dos meses del fin del gobierno de Sebastián Piñera, por lo que no fue parte de la agenda del Ministerio de Transportes en ese entonces.
Una de las soluciones que se plantean hoy -para que pueda operar legalmente- es aumentar el cupo de taxis, que es de 24.042 vehículos al 31 de marzo, según la seremi metropolitana. Pero esto depende del Congreso. Solo a través de este mecanismo, es decir, que usen vehículos autorizados e inscritos en los registro público del ministerio de Transportes, podría funcionar normalmente.
Pero el parque hoy está congelados desde 2015, luego que se aprobara una suspensión por 5 años en la Cámara de Diputados, a raíz de la cantidad de autos y la congestión.
Durante el gobierno de Piñera también operó este sistema, medida que data de 1998 y que se ha aplicado sucesivamente en todos los gobiernos desde ese entonces. Errázuriz dice que cuando fue ministro se flexibilizó y con la llegada de las nuevas tecnologías no sería necesaria su utilización.
En el momento que usted fue ministro ¿era partidario de congelar o abrir el parque de taxis?
Nosotros hicimos varios aumentos del parque de taxis, porque aprobamos una ley que permitía al gobierno un crecimiento del parque. Entregamos permisos gratuitos, favoreciendo a conductores más profesionales y con más experiencia y a grupos más desprotegido.
Una de las razones de este congelamiento tiene que ver con el impacto que provocan en las calles por circular sin pasajeros, pero este cambio tecnológico evita ese problema y así ya no tiene sentido la restricción original.