Dueño de textil buscará evitar que toda la fábrica sea monumento histórico

Por Fabián Álvarez.

Dice que Bellavista Oveja Tomé cerrará si mantienen declaratoria como está:

Juan Carlos Sabat afirma que solo la fachada debe tener protección patrimonial para optar a un crédito bancario que rescate a la empresa, cuya producción hoy es mínima.

Por la vía legal y administrativa, Juan Carlos Sabat, dueño de la textil Bellavista Oveja Tomé, buscará evitar que se firme el decreto que dará la categoría de monumento histórico a la centenaria fábrica del Biobío, decisión que el miércoles tomó el Consejo de Monumentos Nacionales y que debe ratificar la ministra de Educación, Adriana Delpiano.

Así lo afirmó a “El Mercurio” el empresario del rubro textil, quien adelantó que de mantenerse la decisión de dar esta protección a los 62.258 m {+2} en que se emplaza la empresa deberá “cerrar la planta” y dejarla a merced del paso del tiempo, “porque si no tengo ingresos, no puedo gastar plata en su mantención”.

Afirmó que tenía avanzado un préstamo bancario “por más de US$ 6 millones, pero con esta declaratoria el crédito muere, porque es lógico que el banco no va a querer seguir adelante con esto”. El dinero, aseguró, era para invertir en maquinaria y materias primas para rescatar la empresa, que no ha tenido los éxitos económicos que esperaba.

“El momento para revertir esto es ahora”, insistió Sabat. Lo que quiere es que la declaratoria de monumento histórico se acote a la fachada, acceso y torre del reloj, para retomar las conversaciones con el banco y concretar un proyecto inmobiliario que se conjugue con la actividad textil, explicó. “Jamás he dicho que quiero cerrar la planta”, recalcó.

En enero pidió al municipio cambiar el uso de suelo de industrial a habitacional, comercial y servicios, y acompañó un proyecto valorizado en US$150 millones que incluía construir departamentos y un strip center . Según Sabat, ese cambio es vital para elevar la plusvalía de la propiedad y optar al crédito con que busca salvar a la textil.

PETICIÓN
El municipio de Tomé fue el que solicitó la declaratoria para toda la propiedad.