Más de 150 países firmarán tratado por el clima en Nueva York
Hasta ayer, 168 naciones habían confirmado su asistencia a la sede de la ONU.
A cuatro meses de la COP-21, en París, donde se acordó el tratado global para bajar emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), hoy se abre la etapa de firma del acuerdo, con la presencia de 168 representantes de estado o gobierno en la sede de la ONU, en Nueva York.
El libro de firmas estará abierto por un año a partir de hoy, y sólo cuando 55 países, que representen al menos el 55% de las emisiones globales, lo ratifiquen, el tratado entrará en vigencia.
Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas por el Cambio Climático (Cmnucc) espera que incluso eso ocurra en 2018, dos años antes de lo programado.
Con la firma, los estados expresan su compromiso para iniciar el proceso de ratificación.
Andrés Pirazzoli, abogado experto en negociación internacional y ex líder de la unidad de apoyo de la Ailac en la COP-21, dice que lo importante de la ceremonia de firma “es confirmar el impulso político que pusieron líderes y países en diciembre de 2015. Aunque de la firma no se producen efectos jurídicos, estos comenzarán a verificarse una vez que se supere el doble umbral para su entrada en vigencia”. La ratificación e implementación puede tardar años. Pasaron cinco para que Chile ratificara el Protocolo de Kioto, por ejemplo, firmado en 1997, y la enmienda de Doha (que estableció su segundo periodo de compromisos) tardó tres años. “Todo depende del sistema de ratificación parlamentaria y la voluntad política”, dice.
Pilar Moraga, experta en derecho internacional del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), dice que el plazo se ajusta a la normativa de cada país. “La entrada en vigencia, eso sí, depende del porcentaje de aprobación. No vale la pena tener un tratado en vigencia si el número de países es muy bajo. El tratado está para que parta en 2020 sin perjuicio de que permite validar las contribuciones nacionales y, con ello, iniciar esos compromisos”, dice.
Fernando Farías, jefe de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, dice que el optimismo sobre la adhesión no ha bajado, “porque la urgencia se mantiene, y también porque los países aún no han empezado a implementar las medidas. Hablamos de un acuerdo de cumplimiento en el largo plazo, desde el año 2020, y con resultados a ser evaluados en su cumplimiento de metas de los países el 2030”.