Coyhaique queda con solo un supermercado y almacenes de barrio se revitalizan como opción
Tras quiebra de la segunda cadena que operaba en la capital regional de Aysén: Unos 200 locales pequeños conviven en el centro de la ciudad, con tasas de crecimiento importantes en los últimos años, buscando preservar la cultura de los “bolicheros”.
“Nuestra ventaja es la cercanía, que la gente te quiera y ofrecer un servicio personalizado. Disfruto mucho las ventas, pero más aún las buenas conversaciones y anécdotas. Me gusta mantener ese lazo y ese sabor a Patagonia”, afirma Ximena Figueroa, dueña de “La Librería” y presidenta del GAL (Grupo Asociativo Local), que impulsa el barrio comercial en Coyhaique.
Una ciudad que vivió el reciente proceso de quiebra de la cadena Bigger, luego de poco más de un año de operaciones en la ciudad, con lo que esta volvió a quedar con solo un supermercado (Unimarc) para atender a sus 63 mil habitantes. Pero lo que podría ser un problema para los clientes que atochan el recinto, se convirtió en una oportunidad para los directos competidores de la cadena de retail : los almacenes de barrio.
La “insularidad” y escasa población de Aysén históricamente han dificultado la expansión de grandes cadenas comerciales en la región. Un panorama que ha ayudado a preservar la cultura y ritual de los pequeños “bolicheros”, que muestra saludables tasas de crecimiento en los últimos años: si en 2010 el rol general de patentes ascendía a 1.355, según cifras del municipio, hoy suma 2.926, con un crecimiento de 116%. De estas, 664 son microempresas familiares.
Hoy, unos 200 “boliches” se ubican en el centro de la capital regional. La presidenta del GAL recuerda un ejemplo del impacto que tiene la llegada de las grandes cadenas del retail: “Fue la primera vez que hubo una escalera eléctrica en Coyhaique, hace unos años. Era poco antes de Navidad cuando se inauguró la multitienda Corona y nos fue mal a todos, porque gran parte del pueblo se fue a esa tienda por la novedad”.
“Si en un comienzo el comercio local perdió muchos clientes, que se fueron a las grandes cadenas, hoy están volviendo al almacén de barrio, pese a que el costo obviamente es mayor -un 10% en promedio-, pero con un nivel de satisfacción que también es muy potente”, explica Figueroa.
Gladys Vásquez, dueña del minimarket Chimy, en el sector de Coyhaique Alto, afirma que “muchos compran acá para evitar los atochamientos. Además, hay hartos locales como alternativa en el barrio”. “Hay confianza y los dueños son vecinos en los boliches. Además, hay precios convenientes”, complementa Eliana Huitrayán, de la población Clotario Blest.
La gran mayoría de los negocios en la región se abastece en Coyhaique, ciudad que a la vez obtiene sus provisiones de la carga de camiones provenientes de Santiago. Tras un viaje que puede durar dos días, los transportistas deben cumplir además uno de los dos trayectos semanales de 28 horas en barcaza hasta Puerto Chacabuco, partiendo desde Puerto Montt.
10% más altos
en promedio son los precios de los productos en los almacenes, respecto de un supermercado.
10 años
alcanzó a funcionar la segunda cadena que operaba en Coyhaique, Bigger.
2 días
desde Santiago demora, aproximadamente, el viaje de los camiones que abastecen de provisiones a la capital regional.
664
microempresas familiares hay en la ciudad, muchas de ellas pequeños comercios de abarrotes.