En cinco años, 20 obras de infraestructura pública alcanzarán su capacidad de diseño
Informe de la Cámara Chilena de la Construcción advierte déficit en planificación en el Estado: Entre ellos, siete aeropuertos clave del país habrán quedado pequeños este año. También, los dos túneles de la Ruta 68 se harán insuficientes a partir de 2017 y 2018.
Una compleja situación comenzarán a vivir algunas de las principales infraestructuras públicas del país en los próximos cinco años, debido al incesante crecimiento del parque automotor, el aumento de cargas portuarias y la mayor cantidad de pasajeros aéreos. De acuerdo al informe de infraestructura crítica para el desarrollo de la Cámara Chilena de la Construcción, 20 obras (vialidades interurbanas, aeropuertos y puertos) alcanzarán su capacidad máxima de diseño entre 2016 y 2021.
Entre ellas, algunas ya llegaron a su límite: cuatro de los aeropuertos más importantes del país operan por sobre su superficie: el de Santiago, por ejemplo, tiene una capacidad promedio de 16 millones de pasajeros al año, un poco menos de los 17 millones que transporta hoy. Así, su edificio actual de 87.041 m {+2} debe crecer con un nuevo terminal internacional de 178 mil m {+2} .
Otro caso preocupante es el de Isla de Pascua: está diseñado para menos de los 171 mil pasajeros que recibe al año. Por ello, su edificio de 1.250 m {+2} requiere crecer a 3.298 m {+2} en 2020.
El nuevo aeropuerto de Mocopulli (Castro) necesita pasar de sus 1.000 m {+2} actuales a 2.824 m {+2} hacia 2020. También el de Balmaceda (Coyhaique) debe ampliarse al doble: de 2.400 m {+2} a 4.815 m {+2} para movilizar, en forma cómoda, a sus 430.320 pasajeros anuales.
Este año también alcanzarán su capacidad de diseño los aeropuertos de La Serena, Valdivia y Osorno. Hacia 2018 llegará a su límite el aeropuerto de Antofagasta, y en 2020 sucederá lo mismo con el recinto de Temuco y en 2021 con el de Arica.
La autora del informe, la ex subsecretaria de Transportes Gloria Hutt, señala que estos casos evidencian que existe un déficit de planificación de obras. “No hay una instancia que esté formalmente dedicada a verificar cuál es la evolución de la demanda y cómo va acercándose al límite la capacidad. En los países más desarrollados ese un rol del Ministerio de Transportes, y el de infraestructura u Obras Públicas debe tomar medidas de control y ejecución oportunas”:
Las ampliaciones de aeropuertos concesionados costarán US$ 1.107 millones. En los no concesionados, ascenderán a US$ 622 millones, según el estudio.
El ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, dice que para hacer frente a la insuficiencia de capacidad, las nuevas concesiones aeroportuarias y viales incorporarán “gatilladores” de inversión, tal como en el contrato del nuevo aeropuerto de Santiago. “Así se dimensiona la capacidad de pasajeros o automóviles y, antes de que se acabe el periodo de concesión, se activan mecanismos contractuales de inversión”.
Añade que en obras futuras se licitarán de una vez los diseños y construcciones de aeropuertos, como en Mataveri (Isla de Pascua). “Estamos relicitando en un solo contrato los aeropuertos de Tepual (Puerto Montt) y Mocopulli (Castro). Lo mismo haremos en el de Punta Arenas y el de Puerto Natales”.
El estudio también evidencia una pronta falta de capacidad de las vialidades interurbanas: en 2017, el túnel Lo Prado (Ruta 68 a Valparaíso) y el sector de Angostura (Ruta 5 sur) comenzarán a cumplir su vida útil. Luego, en 2018 será el turno del túnel Zapata y del sector de Las Canteras en la ruta Santiago-Los Andes. En 2019, el Troncal Sur, que une Viña del Mar con Limache, se hará pequeña.
Para suplir los requerimientos viales entre 2016 y 2025, el estudio calcula una inversión de US$ 3.021 millones en conservación y US$ 2.555 millones en rutas nuevas, en el caso de las concesionadas. Además, se deben invertir para ambos ítems otros US$ 14.185 en las rutas no concesionadas.
Para Carlos Piaggio, gerente de infraestructura de la Cámara Chilena de la Construcción, un cambio de enfoque debe incluir un mejor sistema para estimar pasajeros, y automóviles en el futuro. “Muchas veces quedan bastante cortas las proyecciones y eso queda en evidencia en las autopistas. Hay que implementar modelos que permitan también mayores niveles de servicio en todo el periodo de concesión. Los aeropuertos, por otra parte, se licitan por periodos muy cortos. Hay que volver a mirar la planificación”, postula.
Puertos
Valparaíso, San Antonio e Iquique deberán ser ampliados en 2018, cuando lleguen a su capacidad máxima.