Campaña ciudadana busca que ex Cuartel Borgoño de Independencia sea Monumento Histórico
El Cuartel Borgoño es un edificio ubicado en Borgoño 1470 que integra un conjunto de inmuebles que fueron construidos durante el siglo XIX en la comuna de Independencia para acoger investigaciones de la salud pública.
Estas obras surgieron ante la necesidad de frenar las enfermedades y pestes que afectaban a la población y que en la ciudad se propagaban rápidamente por la insalubridad que caracterizaba a ciertos sectores.
Algunos de los edificios más representativos de esta época son el Desinfectorio Público y el Instituto de Higiene, siendo este último diseñado por el destacado arquitecto chileno Emile Jéquier, autor de icónicos edificios como la Bolsa de Comercio de Santiago, la Casa Central de la Universidad Católica, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Estación Mapocho.
De hecho, en los terrenos del Instituto de Higiene se construyó el Cuartel Borgoño bajo el nombre de Pabellón de Seroterapia. Sin embargo, fue demolido para levantar el actual edificio que durante la dictadura fue usado como centro de detención y tortura, y que hoy pertenece a la Policía de Investigaciones (PDI).
Este inmueble empezó a ser demolido, una situación que se difundió a través de denuncias ciudadanas y que la institución explicó que se debe a un plan de modernización que considera reemplazarlo por el Cuartel Independencia II y solo conservar el memorial que está en el acceso y que fue instalado en 2013 por la municipalidad.
Sin embargo, agrupaciones patrimoniales, organizaciones de Derechos Humanos y el municipio han expresado su rechazo a la pérdida de este edificio argumentando que se debe conservar para preservar como un sitio de memoria en la ciudad.
Asimismo, para llevar esto un paso más adelante, la Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales de Chile lanzó una campaña de recolección de firmas con la que buscan difundir el caso y obtener apoyo para que el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) apruebe la solicitud de declaratoria como Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico.
En tanto, la Directora de la Corporación de Cultura y Patrimonio de Independencia, Isidora Moulian, emitió una declaración pública en la que sostiene, entre otros puntos, que “reconocemos este inmueble como un ‘sitio de memoria’ el cual por estar dentro de un espacio publico contribuye a fortalecer el conocimiento de nuestro pasado histórico, que aunque traumático, constituye vestigio de la memoria del país, indispensable en la reflexión valórica de nuestra democracia y por ende, el respeto a los Derechos Humanos”.
Por ahora, la demolición se detuvo, pero aún no hay certeza de qué ocurrirá con el edificio.
La campaña la puedes ver aquí.
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