Pequeñas comunas del sur piden planes de descontaminación por altos niveles de esmog
Por: Manuel Valencia y Corresponsales.
Entre las regiones del Maule y de Aysén solo hay planes antiesmog y alertas sanitarias para algunas ciudades: Puerto Montt, Linares, La Unión, Río Bueno y Parral también sufren por concentraciones de humo provenientes del masivo uso de leña. El Gobierno dice que abrirá nuevas estaciones, y analiza planes.
“El olor es horrible, y a veces el humo es tan denso, que no deja ver las luminarias. Es como una especie de niebla”. La alcaldesa de Parral, Paula Retamal, describe así los días en que su comuna queda “cubierta” por una nube de humo proveniente de la combustión de estufas y cocinas a leña que proliferan en la tierra natal de Pablo Neruda.
Sin embargo, ni ella ni ningún parralino sabe si está viviendo una jornada de emergencia ambiental. En esa comuna del Maule no hay una estación de medición de esmog, ni tampoco alguna medida para que la población enfrente los efectos de la contaminación.
Parral es una de las al menos 15 comunas y localidades del centro-sur del país que están en una situación similar.
Hasta ahora existen planes de descontaminación en Talca-Maule, Chillán-Chillán Viejo, Temuco-Padre Las Casas, Osorno y Coyhaique. Además, la autoridad aplica alertas sanitarias ambientales (instrumento que por ejemplo permite restringir el uso de leña) en Curicó, Los Ángeles y Valdivia.
No hay medidas vigentes aún para comunas como Parral, Linares, Cauquenes, Quillón, Angol, Villarrica-Pucón, Nueva Imperial, Los Lagos, Paillaco, Río Bueno, La Unión, Puerto Montt, Cochrane y Chile Chico, además de otras localidades cercanas a centros urbanos alcanzadas por el esmog.
“Hay una inquietud de los alcaldes, pero lamentablemente no podemos tener mediciones”, reconoce el seremi de Medio Ambiente de La Araucanía, Marcos Pichunmán.
En Los Ríos se logró tener una noción más certera del problema a partir de un estudio realizado por la Universidad Austral entre 2013 y 2015. Con monitores portátiles, el análisis de 60 a 80 mediciones demostró que Los Lagos, Paillaco, Panguipulli, Río Bueno y La Unión registraron altos niveles de MP 2,5.
“Se sobrepasó la norma en todas las comunidades, y eso habla de un problema general, pero lamentablemente no es un instrumento oficial por parte del Ministerio de Medio Ambiente, señala Claudio Bravo, académico del Instituto de Química de la U. Austral y autor del estudio.
A partir de estas evidencias, a juicio de Ernesto Gramsch, especialista en contaminación atmosférica de la Usach, es necesario normar. “Hay que avanzar en una ley amplia que sea válida en todo el país, no solo en zonas saturadas. Otra opción son planes regionales en la zona sur, similares al de O’Higgins, porque el problema para todos es la leña”.
En esa dirección, los próximos planes que prepara el Gobierno buscan incluir zonas más amplias: el de Curicó sumará a Molina, Teno y Romeral; y el de Concepción abarcará a 10 comunas de esa zona metropolitana.
“Los episodios críticos y zonas contaminadas se extienden más allá de los límites comunales. Por otra parte, hay interacción entre ciudades: es sabido que la contaminación de Rancagua se conecta con la de Talca y más al sur. Tenemos que recabar antecedentes para ver cómo se transporta la contaminación y seguir ampliando la red de monitoreo”, explica Marcelo Mena, subsecretario de Medio Ambiente.
Añade que en esa línea se instalarán estaciones de medición en Buin, Melipilla, Puerto Varas, Villarrica, San Javier y Puerto Aysén. Además -dice-, en el próximo gobierno se debiese avanzar en un plan para Linares y Puerto Montt, además de medidas para toda la zona sur.
Cobertura
La red de 50 estaciones de monitoreo cubre 30 ciudades y es la más completa que hay en América Latina.