Ex aeródromo de Cerrillos será el primer Centro Nacional de Arte Contemporáneo del país
Por: Daniela Silva Astorga.
La Presidenta Bachelet lo comunicó ayer en su discurso: Sus 4.000 m2 albergarán salas de exposiciones, laboratorios, depósitos para obras y una biblioteca. Aquí, el ministro Ernesto Ottone revela los alcances de este proyecto, que también involucra un ambicioso programa de mediación.
Después haber sido el principal aeropuerto de Chile durante cuatro décadas y aeródromo por tantos otros años, el edificio de Cerrillos cambiará su rol. Totalmente. Así lo anunció la Presidenta Michelle Bachelet ayer en su cuenta pública: se convertirá, en septiembre, en el primer Centro Nacional de Arte Contemporáneo del país. Algo así como la casa matriz de nuestra producción visual. O más de 4.000 m {+2} en los que confluirán vanguardia, almacenamiento y educación. Habrá salas para exhibiciones temporales -enfocadas en la producción local desde fines de los años 70 hasta la actualidad-, una biblioteca, un centro de documentación, laboratorios creativos, una videoteca, recintos para la restauración de obras de arte y depósitos aptos para la correcta conservación de colecciones.
“Hasta ahora, el Estado no se había involucrado en el arte contemporáneo con la profundidad necesaria”, comenta Ernesto Ottone, ministro presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), además de principal impulsor de este nuevo centro. Y, ya bajo la formalización del anuncio, continúa: “No existía, en las artes visuales, un proyecto tan potente como este, ¡mientras que para las disciplinas escénicas sí se había construido una serie de infraestructura! De hecho, el 80% del espacio de los nuevos centros culturales está dedicado a lo escénico. Debemos equilibrar eso”.
La concreción de este Centro Nacional de Arte Contemporáneo se vio más cercana a mediados de 2015, cuando el histórico edificio -ya remodelado por el Ministerio de Vivienda, con una inversión de $1.500 millones- fue cedido vía comodato al CNCA. Pero el proyecto venía fraguándose desde antes dentro del Consejo y con la asesoría del artista Camilo Yáñez. Y aunque todo comenzó por una serie de análisis y reflexiones técnicas en torno a la necesidad de definir una política nacional para las artes visuales (e incluso una ley sectorial), también se advirtieron -más en línea con las necesidades iniciales del público masivo y con el programa de gobierno- otros problemas que erradicar. O, más terrenalmente, primero, que empezar a minimizar.
Uno crucial, apunta el ministro, “es que nuestros niños no puedan conocer el arte contemporáneo, por no tener la información clave para hacerlo. Queremos romper esa barrera del conocimiento”. Y con ese norte, las operaciones del nuevo centro van amarradas a un programa piloto de mediación y formación para profesores de artes visuales de los colegios municipales Cerrillos. Partirá en julio.
“Nos pusimos una meta: tener una futura audiencia especializada en arte contemporáneo de aquí a tres años. Será algo prioritario en una comuna donde no la había. Y fuera del sector oriente”, afirma el titular de Cultura.
En tanto, la primera exposición que llegará al histórico edificio de Cerrillos será “Una imagen llamada palabra”. Durante cuatro meses, reunirá obras de, entre otros, Eugenio Dittborn, Gonzalo Díaz, Carlos Leppe e Iván Navarro.
No solo de muestras…
Ottone adelanta que el edificio será, también, la nueva casa de los funcionarios de las áreas de artes visuales, fotografía y nuevos medios del CNCA. Que ellas formarán ahora una macro área -“por la eficiencia de los recursos”, advierte-, y que de esos equipos especializados dependerá la primera etapa de funcionamiento del Centro Nacional de Arte Contemporáneo, pues en 2017 se trabajará un presupuesto y se abrirá un concurso para definir al director. Además, será el centro donde se trabajarán asuntos institucionales marco (como la mencionada política nacional para el sector).
También allí residirán las 159 obras que componen la Colección Galería Gabriela Mistral y las piezas que el Consejo ha recibido a través del Fondart. Ambos archivos componen la Colección CNCA, que será objeto de conservación y estudio. Eso, que va a pasar a partir del segundo semestre del año próximo, cuando el CNCA termine de equipar el nuevo centro nacional -con un presupuesto de $450 millones-, podrá extenderse al sector privado.
“Ya hemos hablado con algunos coleccionistas interesados en depositar y exhibir sus obras en Cerrillos”, remata el ministro.
CULTURA EN LA CUENTA
La Mandataria se refirió a la red de centros culturales que en 2017 debiera -en palabras suyas- totalizar 49 instituciones en urbes de más de 50 mil habitantes. También recordó que ya se construye la II Etapa del GAM, pero no mencionó el grado de avance en el proyecto de creación del Ministerio de las Culturas y el Patrimonio.
