Propuesta de gratuidad en Transantiago genera críticas

propuesta gratuidad transantiagoPor O. Fernández.

Director de Metro dice que empleadores y trabajadores de la capital financien el 75% de la tarifa con un abono de $ 15 mil mensual.

Una propuesta de gratuidad para acceder al transporte público en Santiago, dio a conocer ayer el director de Metro y académico de la UC, Juan Carlos Muñoz en La Tercera, lo que generó críticas por parte de expertos y autoridades.

El especialista afirmó que para rebajar los índices de evasión del pago de pasajes -que alcanza a un 28%- se debe implementar “una solución que cuestiona el financiamiento del sistema: gratuidad total en buses e incluso Metro”. Describió que el Transantiago recibe recursos a través del subsidio y tarifa -casi un 45%-, lo que permite costear el descuento a estudiantes, entre otros. Muñoz dijo que el Estado podría reducir su aporte a la tarifa a un 25% y destine otro 20% a la infraestructura y material rodante. “El 75% restante se dividiría entre el empleador y el trabajador pagando cada uno $ 15 mil mensuales. Así, todos los santiaguinos se desplazarían gratis”, añadió. También que con esta medida más personas optarían por el transporte público y dejarían el automóvil.

La iniciativa fue criticada por diversos sectores. El senador Andrés Allamand (RN) planteó que “es un monumento a la demagogia e irresponsabilidad”. Agregó que “la propuesta es engañosa, pues no existe gratuidad alguna, sino que el costo del pasaje se reemplaza por un cobro mensual a todos los que utilicen o no el servicio”. Allamand añadió que Muñoz se desempeña como asesor del Ministerio de Transportes y director de Metro “por lo que el ministro (Andrés Gómez-Lobo) tiene la obligación de desautorizarlo”.

Calidad

Carlos Melo, el secretario técnico de Planificación del Directorio del Transporte Público Metropolitano, dijo que “es una propuesta difícil de implementar. Además, la experiencia internacional es escasa y no replicable en grandes urbes como Santiago. Si bien está el ejemplo de Tallin, la capital de Estonia no supera los 400 mil habitantes, por lo que no es una referencia”.

El representante de la cartera de Transportes precisó también que “consideramos que ese escenario no es garantía de una mejora en la operación, que es justamente el foco del proceso de relicitación”.

Para Louis de Grange, director de Ingeniería de la UDP, la idea llevaría a que se genere un “colapso” por la alta demanda de personas que se bajarán del automóvil, de la bicicleta y dejarán de caminar para subir al bus”, dijo. Raimundo Cruzat, ex coordinador del Transantiago y máster en urbanismo del M.I.T., sostuvo que este propuesta implica “dar el brazo a torcer a que la gente no pague por un servicio que recibe”. A diferencia de De Grange, dijo que también existen dudas respecto a que las personas abandonarían su vehículo para usar el transporte público, pues “viajar en el Transantiago es más barato que andar en el automóvil, pero la gente sigue prefiriendo la movilización propia”.

Iván Poduje, socio de la oficina Atisba, dijo que la iniciativa “no es eficiente, no funciona. Esto se demuestra en que ninguna ciudad con buena planificación en esta área la ha implementado”.