Nuevas extensiones de Metro beneficiarán a 600 mil personas
Santiago tiene un déficit cercano a los 150 kilómetros de extensión del Metro, si se compara con ciudades de similar densidad poblacional e ingresos. Por ello, la empresa estatal anunció ayer que ampliará la red hacia Quilicura, El Bosque y San Bernardo, con el objetivo de dar cobertura a comunas de gran población. La inversión ascenderá a US$ 978 millones.
Hasta ahora, el tren subterráneo capitalino posee 103 kilómetros de extensión, a los que se sumarán las líneas 3 y 6, con otros 37 kilómetros (operarán desde 2018). Y con los trazados anunciados ayer se añadirán otros 8,9 kilómetros hacia la zona norte y sur de Santiago (ver infografía).
El presidente de Metro, Rodrigo Azócar, dijo que aunque se construirán sólo cuatro nuevas estaciones por comuna, se “beneficiará a 600 mil personas que reducirán sus tiempos de traslado en un 80%. Es un impacto mayor”. De hecho, se estima que los usuarios tardarán 19 minutos en desplazarse entre la estación Universidad de Chile y la plaza de Quilicura, el punto ubicado más al norte de la red. Por el sur, el recorrido entre el centro de la capital y el Hospital El Pino, en San Bernardo, será de 28 minutos. La velocidad de desplazamiento de los coches fluctuará entre 34 y 40 kilómetros por hora.
El proyecto iniciará su primera fase de ejecución el 1 de junio próximo con los estudios de ingeniería. Luego, la iniciativa ingresará al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y, tras la aprobación de esos procesos, se podrá dar curso a la obra gruesa de las líneas, la que contempla túneles que, se prevé, estarán listos en 2021.
Metro definió, además, que habrá un punto de combinación con el futuro tren hacia Batuco de la empresa EFE, el que se encuentra en análisis.
El trazado que se construirá hacia San Bernardo, generó tempranas críticas. La alcaldesa de la comuna, Nora Cuevas, afirmó que “es una decepción que el Metro no llegue a la Plaza de Armas (de la comuna) porque ese es un lugar importante para quienes viajan desde poblaciones alejadas”. Pese a sus cuestionamientos, dijo que el tren podría ayudar a mejorar “el deficiente transporte que hay en algunos sectores”. Si bien la jefa comunal pidió que se amplíe el trazado del tren subterráneo, el presidente de Metro desestimó la idea tras asegurar que no es rentable socialmente.
Opinión de expertos
Luego del anuncio, Louis De Grange, director de la escuela de Ingeniería de la U. Diego Portales, dijo que aún existe una brecha entre la superficie actual de Metro y lo que se requiere para su óptimo funcionamiento, dada la alta demanda de pasajeros. “Hay que duplicar esa cifra y alcanzar los 350 kilómetros para llegar a un estándar de países desarrollados”, dijo. Añadió que urge definir el tramo por el cual pasará la futura línea 7, que se encuentra en análisis por parte del Ministerio de Transportes.
Raimundo Cruzat, ex coordinador de Transantiago y máster en urbanismo, dijo que la nuevas líneas traerán beneficios a las zonas donde llegarán: “está comprobado que los terrenos adquieren plusvalía y se genera un fuerte desarrollo inmobiliario por la conexión que existe con el resto de la urbe”.
Otro proyecto anunciado ayer por Metro es el ensamblaje de trenes en Chile. Esto implicará remodelaciones a los carros para adaptarlos a las nuevas exigencias. Rubén Alvarez, gerente general de Metro, dijo que los vagones que serán refaccionados hasta el año 2000 tenían niveles de asbesto en su fabricación (material tóxico que actúa como aislante acústico). “Pero garantizamos que no hay contacto entre los usuarios o los trabajadores con esa sustancia”, afirmó. Esta medida implica una inversión de US$ 314 millones.