Las regiones del país que dependen de otras para satisfacer sus necesidades diarias y básicas
Salud, alimentos, conectividad, transporte, peritajes policiales: La falta de un médico oncólogo infantil en Magallanes y la carencia de un laboratorio en Valdivia por el tema de la marea roja, son dos ejemplos recientes de una realidad que se vive a diario entre Arica y Magallanes.
Que la Región de Los Ríos dependa de su vecina Los Lagos para realizar exámenes de laboratorio sobre el nivel de toxicidad de la marea roja es uno de los ejemplos que se replican en los más variados sectores, como salud, conectividad, transporte, policiales, entre otros, de la dependencia que hay entre las distintas regiones. Eso, sin mencionar que, en varios aspectos, Santiago sigue siendo Chile.
Un escenario que abarca a casi todo el país, pero que se agudiza en las regiones extremas.
En Magallanes y Aysén, uno de los casos es la atención de salud, sobre todo de especialidades.
En el extremo austral hubo protestas luego de la renuncia del único médico oncólogo infantil de Punta Arenas. Esto obligó a derivar a siete menores de edad en tratamiento agudo de cáncer hasta Valdivia y Santiago. El problema fue solucionado en los últimos días, con el arribo de una oncóloga infantil mexicana.
Según el Servicio de Salud de Magallanes, en 2015 fueron trasladados a otras ciudades 340 pacientes para diversos controles. Se sumaron 19 casos de urgencia en que hubo derivación en avión-ambulancia. Y durante este año se registran 187 pacientes trasladados y otros 15 casos requirieron avión-ambulancia.
“Año a año hemos ido disminuyendo los traslados, ya sea a Santiago, Puerto Montt o Valdivia, debido a que hemos aumentado la capacidad resolutiva. Nuestro mayor centro de referencia es Santiago, con los quemados, con uno o dos casos al año. Las cardiocirugías complejas en adultos cada vez disminuyen más. El año pasado solo se trasladaron 13 pacientes, y en casos neuroquirúrgicos se realizó el 95% de cirugías en Punta Arenas y otros casos en Puerto Montt”, señaló Pamela Franzi, directora del Servicio de Salud de Magallanes.
Ahí, las especialidades con mayor demanda de atención son cardiocirugías, cardiopatías congénitas, traumatológicas complejas, oncología, cáncer cérvico-uterino y también casos oftalmológicos complejos, donde se requieren subespecialidades.
Desde la vecina Aysén, son habituales los traslados de pacientes a Valdivia, Puerto Montt y a Santiago. Por ello, familias vulnerables de la región crearon la Agrupación de Pacientes Trasladados de Coyhaique, que busca gestionar la compañía de algún familiar durante el tiempo que el paciente permanezca en tratamiento afuera de Aysén.
Flujo de pacientes
Mientras que en Concepción, su hospital regional es centro de referencia para pacientes críticos del Maule, el mismo Biobío, La Araucanía e incluso de Los Lagos. Esto último, en atenciones en cardiología y Chiloé con neonatología. “También oncología, y es un flujo constante”, informó el Servicio de Salud local.
Casi 1.866 km al norte, en la Región de Antofagasta, el escenario es similar. Hasta su hospital regional son derivados pacientes críticos de Arica, Iquique, Alto Hospicio, Calama e incluso Atacama, de ciudades como Copiapó.
“Fundamentalmente, son pacientes de oncología, cardiología y UCI pediátrica. Solo en oncología se reciben al menos dos por semana”, sostuvo el doctor Hugo Benítez, vicepresidente del Colegio Médico de Antofagasta.
Desde Arica, 710 km al norte, donde hay un médico cada 1.770 habitantes, algunos pacientes son derivados incluso en buses hasta Antofagasta, lo que durante el año es suplido con operativos en que viajan hasta esa zona facultativos de otras regiones.
También hay problemas en conectividad aérea.
“Ya no tenemos vuelos directos hasta Antofagasta. Primero hay que ir a Iquique e incluso hasta Santiago. Eso es una locura”, señaló Leonor Salinas, una comerciante ariqueña que aún añora las escalas que realizaban vuelos provenientes de Santiago o de Antofagasta, que tenían como destino Lima o Arequipa, en Perú, además del tradicional vuelo entre Arica y La Paz.
Todos ellos fueron cancelados durante esta década.
En la zona central, los habitantes de Viña del Mar, Valparaíso, Concón, Villa Alemana, Quilpué, entre otras comunas, dependen del aeropuerto de Santiago, porque la Quinta Región no tiene uno propio.
Sin terminal portuario
El tema se agudiza en el extremo austral. Magallanes es dependiente en transporte de carga general para abastecer el comercio, especialmente a las distribuidoras de alimentos y supermercados.
Las opciones son el tráfico regular de una nave de carga general desde Valparaíso al extremo sur. Ahí, transbordadores cubren el tráfico entre Puerto Montt y Puerto Natales, y también hay servicio terrestre vía Argentina.
“Nuestras empresas asociadas traen unas 120 mil toneladas en insumos a la región por año. De ese gran volumen, solo 30% lo traemos en medios tradicionales y 70%, con embarcaciones arrendadas exclusivamente para nuestros movimientos”, dijo Drago Covacich, ejecutivo de una compañía de salmonicultura.
“Si dependiéramos de la oferta regional de cabotaje no podríamos desarrollar la industria”, añadió.
A lo anterior se suma el uso de barcazas entre Los Lagos y zonas de Aysén, que permiten trasladarse por territorio nacional, sin necesidad de cruzar por territorio argentino.
Más al norte, las regiones de O’Higgins y el Maule no tienen puerto. Para ellas es clave el uso de la Ruta de la Fruta para trasladar su producción agrícola por el puerto de San Antonio. Lo mismo se replica con la producción de La Araucanía y su dependencia de puertos del Biobío, como Lirquén, Talcahuano o San Vicente.
Zona franca
Hay zonas de extensión en Arica y Aysén, que dependen de Tarapacá y también de Magallanes.”El hospital regional recibe, fundamentalmente, pacientes -entre Arica y Copiapó- de oncología, cardiología y también UCI pediátrica”.
HUGO BENÍTEZ
Vicepresidente Colegio Médico de Antofagasta
“Estamos a más de 2.000 kilómetros de la conexión con el resto de Chile y lo que tenemos actualmente es muy precario y de alto costo”.
DRAGO COVACICH
Ejecutivo de una compañía de salmonicultura
IncendiosRegión de Aysén : No tiene una flota de aeronaves que combatan incendios forestales. “Solo hay una de una empresa privada, el resto las tenemos que contratar desde afuera”, afirmó Felipe Valencia, jefe del Departamento Manejo del Fuego, de Aysén.
Balance : En la última temporada, Aysén registró 48 incendios forestales, en una superficie de 4.699 hectáreas.
Región de Arica : No hay laboratorio para exámenes de alcoholemia. Estos se mandan a Iquique, al igual que elementos para peritajes balísticos.
No tiene Labocar : El Consejo Regional de Arica aprobó $647 millones para instalar el primero, con instrumental como un Microscopio de Comparación Infrarrojo.