Conoce cómo será la biblioteca más grande de la Región de Magallanes
En 2014, la Presidenta Michele Bachelet presentó el Plan Especial de Desarrollo para Zonas Extremas que presentaba entre otros, la propuesta de construcción de una Biblioteca y Archivo Regional. Sus objetivos, de acuerdo con el plan, es “contribuir al desarrollo sociocultural de la comunidad y visitantes al convertirse en un polo de interés turístico vinculado a la identidad histórica y académico” y descentralizar el archivo histórico regional que hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional, en Santiago.
Ese mismo año, la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM) hizo un llamado nacional a través del “Concurso de Anteproyectos de Arquitectura para la Biblioteca y el Archivo Regional de Magallanes“, una competición que tenía como objetivo encontrar el proyecto arquitectónico que albergará la nueva Biblioteca y el Archivo regionales.
Más de 60 proyectos concursaron. Los ganadores fueron los de la consultora “Rodrigo Aguilar + Proyecto Colectivo“, integrada por Rodrigo Aguilar Pérez, Giulio di Guiseppe, Ignacio González, Cristián Merino, Rodrigo Fernández y Francisco Cruz. En segundo lugar quedó Arturo Lyon y en tercero, Sebastián Irarrázabal, Macarena Burdiles y Umberto Bonomo.
Su proyecto consiste en restaurar la ex cárcel de Punta Arenas. Para esto contempla la demolición de elementos no originales (como muros agregados con el paso del tiempo), la construcción de un nuevo edificio y la restitución del volumen del pensionado.
La ex cárcel se empezó a construir en 1898, forma parte del casco patrimonial histórico de Punta Arenas y fue el único recinto penitenciario que tuvo la ciudad por más de un siglo. Allí albergaba también la gendarmería y la estación de policía. Recién en 2010 el complejo penitenciario de Punta Arenas fue cambiado a su nuevo recinto (en la Avenida Circunvalación) y ahí se trasladaron más de 1.000 reclusos.
El proyecto de la nueva biblioteca pretende recuperar los edificios de la ex cárcel, valorar su entorno y considerar los distintos bloques conectándolos por medio de patios receptores de la luz natural. Además, mantendrán algunas celdas en su condición actual, con los rayados y rejas. Asimismo, habrá una museografía que rescate la vivencia de la reclusión.
La obra final tendrá una superficie total de aproximadamente 5.500 metros cuadrados y en ella serán invertidos 11 millones de dólares (unos 7.600 millones de pesos chilenos).
Los estudios de diseño estarán terminados en el segundo semestre de este año y a partir de ahí se empezará a concretar el proyecto e iniciar su ejecución. Se espera que esté listo para el 2018 o 2019.
La idea es que todos puedan valorar la memoria histórica de la construcción que reunirá 40.000 textos y material bibliográfico en distintos formatos.
Su financiamiento y desarrollo del proyecto está garantizado con recursos del Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas.
Para conocer más el proyecto, te invitamos a hacer click aquí.
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