Segunda etapa del GAM tendrá sala dedicada a espectáculos clásicos y populares
Estaba pensada para que fuera la sala más grande del país dedicada a difundir las artes clásicas como ópera, conciertos sinfónicos y ballet, pero en seis años las perspectivas han cambiado. Si bien la segunda etapa del Centro Gabriela Mistral (GAM) sigue proyectándose como la de mayor envergadura del territorio nacional -con una inversión de $ 34 mil millones, tendrá 15.871 metros cuadrados y una sala con 1.880 butacas, superando al Teatro Municipal y Teatro del Lago-, hoy su campo de acción se amplía para reunir expresiones artísticas de toda índole, desde lo clásico, pasando por danza contemporánea, circo, conciertos populares y teatro a gran escala. La apuesta viene a consolidar la identidad masiva e inclusiva con que el GAM se ha instalado en la ciudad: aquí hay lugar para conciertos de cámara y montajes de teatro local, pero también para que grupos de adolescentes ensayen coreografías de pop coreano en sus plazas públicas, se realicen clases de yoga, coros ciudadanos y ferias de arte. La decisión pasa, por cierto, por un tema comercial: conseguir la convocatoria necesaria para financiar el nuevo espacio.
“Primero se pensó que estando a seis cuadras del Teatro Municipal no se justificaba tener otro espacio clásico. Decidimos no competir y diferenciarnos. Para mantener este espacio necesitamos espectáculos que convoquen mucho público; optamos por la diversidad, la masividad y la calidad”, dice el director Felipe Mella, quien asumió el cargo hace dos meses, luego de la renuncia de Alejandra Wood.
“Existen grandes espectáculos dando gira por el mundo que no tenían donde llegar en Santiago. Sería ideal por ejemplo que Cirque du Soleil se presentara en GAM. Hemos debatido mucho sobre la calidad y sobre cuál es el límite que la define. ¿Por qué no podríamos tener a Américo o a Pablo Alborán sinfónico? Son opciones. Claro que por sobre todo queremos enfocarnos en nuestra propia producción de montajes. Cuando inauguremos la segunda etapa a fines de 2017, queremos hacerlo con algo propio”, afirma Mella, quien trabaja en la línea curatorial del espacio con la nueva directora de programación, Pamela López (ex cabeza de Teatro UC), tras la renuncia de Javier Ibacache a inicios de año.
Dentro del plan general de Mella está potenciar la sala de artes visuales, que existe en el primer edificio de GAM y que ha tenido menos visibilidad. La idea es tener, en 2017, un curador dedicado a ese espacio. A eso se suma el trabajo de restauración de obras donadas por artistas en 1972, para la construcción original del edificio, cuando era llamado UNCTAD III; entre ellas la escultura La chimenea, de Félix Maruenda, una pieza de José Santos Chávez y un tapiz de Héctor Herrera, las que serán instaladas en la segunda etapa del GAM.
La gran sala contará con la más alta tecnología en iluminación y acústica. Su escenario de 40 metros de ancho, 20 de profundidad y 30 de largo, tendrá un foso para 120 músicos y capacidad de albergar por lo menos dos decorados al mismo tiempo, lo que permitirá presentar dos espectáculos distintos el mismo día. Además, sus butacas retráctiles permiten ampliar su capacidad al doble.
El gestor cultural, quien antes lideró por ocho años Balmaceda Arte Joven, ya está moviendo sus fichas para convertir a GAM en un destino internacional. “Hay que aprovechar las grandes cosas que están pasando en el mundo, cultivar redes con nuestros vecinos, como Argentina, Colombia y México, podemos financiar espectáculos conjuntamente.Estuve hace poco en el Gran Teatro Nacional de Lima, con quienes comenzamos a trabajar y la tarea es seguir generando lazos internacionales y locales”, dice Mella, quien acaba de cerrar un convenio con el Teatro de la U. Católica, donde ahora se exhibe la obra Radiotanda, unacoproducción GAM que homenajea a la actriz Ana González y su personaje la Desideria. En el futuro la idea es llevar programación a provincias. “El GAM nació con el fin de ser el gran alimentador de las regiones y ya es tiempo de hacerlo”, señala.
La segunda etapa del centro cultural implica un crecimiento radical: prácticamente duplicará la superficie actual, que pasará de 22 mil a 37 mil metros cuadrados. Ello, según calcula Mella, requerirá un 60% más del presupuesto actual del centro, que llega a los $ 2.140 millones entregados por el Estado. A eso se suman los cerca de mil millones que el GAM autogenera por concepto de arriendos de espacios a tiendas, estacionamientos y la misma taquilla, lo que deberá aumentar también.
Para lograrlo, el director está buscando un aliado estratégico privado que funcione como sponsor permanente de la gran sala. “Estamos en conversaciones con varias empresas; el tema es que como nuestra línea fomenta la diversidad, los privados a veces son reacios a esa mirada y no podemos dejar que nuestros artistas vean coartada su libertad de expresión”, afirma el director.
También se creará un área comercial enfocada en el tema de marketing de la sala grande, que se arrendará para seminarios, eventos comerciales y turísticos. Por otro lado, ya está en remodelación la cafetería, que tendrá un carácter también popular y con precios más accesibles, al igual que el restaurante, actualmente en proceso de licitación. Otro de los espacios comerciales nuevos será un tienda que venderá productos asociados a la marca GAM. “Todos los grandes centros culturales del mundo tienen su tienda, y queremos eso para seguir consolidando la identidad de nuestro espacio”, resume.