“Fue un gran desafío competir con la novedad del GAM”
Cristóbal Gumucio, director ejecutivo de Matucana 100 desde 2010: Para adaptarse al nuevo mapa cultural capitalino, el gestor debió reafirmar el sello contemporáneo de M100 y ajustar la programación. También sorteó recortes presupuestarios post 27-F.
Su historia es atípica. Al menos entre los nuevos espacios culturales -públicos y privados- del Chile de este siglo, Matucana 100 (M100) es el único que inició funciones sin infraestructura completa. Fue en septiembre de 2001 y con la conducción del actual ministro de Cultura Ernesto Ottone, quien entonces aceptó sin dudar el reto de Luisa Durán: convertir las bodegas de la Dirección de Abastecimiento en un centro artístico.
M100 está a tres meses de cumplir los 15. Al año, tiene más de 197 mil espectadores en sala (junto a usuarios de sus otros espacios). Y aunque ya no corren sus eslóganes iniciales “En rodaje” y “En construcción”; o aunque se sumaron salas de arte y danza, una cafetería y un restorán (La Micropasta), su director, Cristóbal Gumucio (1972), dice que el centro cultural todavía no está terminado. “Aquí el desafío ha sido doble -afirma-. Debo preocuparme de lo espacial, y de la programación y línea, de cómo trabajar la experiencia, cómo bajar las barreras de entrada. Me gusta decir que Matucana es una bisagra entre el Santiago poniente y el oriente”. Por eso, tras asumir en 2010, diseñó un plan de infraestructura a ejecutar.
Lo esencial, aun pendiente desde el período anterior, es mejorar la explanada, para integrar el teatro principal -de 500 butacas- con el Espacio Bunster -de 300- y así aprovechar la mayor parte del terreno, de unos 8.000 m {+2} . Pero en los últimos años, la prioridad cambió: hubo que restaurar la Galería de Artes Visuales -un galpón de 1903 que quedó inutilizable post 27-F- y construir un sistema de tabiquería para mejorar el montaje de obras. También se renovó la cafetería y se edificó una huerta. “En 2017 abriremos otro acceso para el público, uno que pase por la explanada, no por el portón de autos, y que introduzca al espectador. Y a la nueva sala para 50 personas que construimos, sumaremos otra, para entrar en la cartelera de cine con filmes chilenos”, anuncia Gumucio.
-¿Cómo se financia todo eso? “Acopiamos recursos propios. Recibimos donaciones de materiales y reutilizamos de proyectos pasados. Aquí, las cosas históricamente se han resuelto con lo existente, antes de esperar la llegada de grandes fondos”.
Como director de la corporación privada, Gumucio administra los $566,5 millones que el Consejo de la Cultura les entrega, y con su equipo recauda, vía áreas de negocio, taquilla y proyectos con postulación, unos $567 millones más. “Ahora, como veníamos de un momento de gran dificultad -post 27-F el aporte del Consejo bajó 50%-, estamos mejor. No obstante, con más presupuesto podríamos hacer más producciones propias”.
Trabajar en red
Junto con sortear esa rebaja de 2010 -que Balmaceda Arte Joven sufrió igual-, Gumucio ha debido compartir terreno con nuevos actores. Desde el GAM, abierto en 2010, hasta CA 660, pasando por el Nescafé de las Artes. El mapa, donde M100 era uno de los espacios más populares hasta fines de los años 2000, cambió rápidamente. Y eso, confiesa él hoy, provocó una leve disminución de público -más en el terreno de las artes visuales, por el cierre temporal de la galería- y lo llevó a reestructurar un poco la programación: “¡Claro que nos vimos afectados por el GAM! Sería un hipócrita si dijera que no. Fue un gran desafío competir con la novedad, varios artistas querían estar allá; la gente igual. Pero son cosas que, con el tiempo, se van moderando”.
Ante eso, Gumucio y su equipo empezaron a apostar más por la música popular chilena -con iniciativas como el festival MFest- y a reforzar su línea, por completo, contemporánea, con más danza y experimentación. ¿Cuáles son los desafíos que vienen? “Ahora que tenemos un presupuesto estable, debemos generar más producciones propias; con la crisis, lo dejamos de hacer. Para este año ya tenemos un proyecto y otros en carpeta para 2017. También debemos reforzar nuestro trabajo con espacios de regiones, coproduciendo obras o programándolas. M100, ya con 15 años, debe ser actor relevante en la circulación de contenidos por Chile”.