Andrés Gómez-Lobo: “De observar algún riesgo en la operación de Transantiago, tomaremos las medidas”
Por Michel Nahas y Oriana Fernández.
La autoridad responsabiliza a Subus y a Alsacia de la crisis financiera que viven. Señala que sus finanzas se ven impactadas por un mal servicio y débil gestión.
En una semana en que las dos principales empresas del Transantiago -Subus y Alsacia-Express-, responsabilizaron al Ministerio de Transportes de su crisis financiera, el titular de esa cartera, Andrés Gómez-Lobo, responde que los problemas que enfrentan ambos operadores son producto de un mal servicio y una débil gestión.
Mientras, el miércoles pasado, Alsacia no pudo pagar un bono en el exterior por falta de recursos, ayer el 17° Juzgado Civil resolvió que dará 30 días para que Subus presente un acuerdo de pago a sus principales acreedores (Banco HSBC, Bancolombia, y Hong Kong y Shangai Banking Corporation).
Gómez-Lobo dice que si las firmas no cumplen con sus compromisos se podría poner en riesgo los servicios, obligando al Estado a intervenir.
¿Preocupa la situación financiera de Alsacia, la que se suma a lo de Subus, empresa que busca un acuerdo con sus acreedores?
Nuestra preocupación se enfoca, principalmente, en los usuarios. El objetivo es garantizar la continuidad de los servicios. Esta es una relación entre privados y no es un asunto del gobierno. Vamos a estar monitoreando muy de cerca y, ante la eventualidad de que haya algún riesgo en la operación, tomaremos las medidas del caso. Monitorearemos que se cumplan los contratos laborales, que se lleve a cabo el plan operacional, que no haya ningún proveedor de insumos esenciales que vaya a denegar la venta.
En el peor escenario, ¿otros concesionarios asumirán estos servicios?
Tenemos muchas opciones y entre ellas nombrar a un administrador provisional (figura que nace en la Ley de Modernización del Transporte Público, de 2015). Antes, la norma decía que debían pasar dos días sin servicio para designarlo y hoy se puede nombrar a un administrador ante un riesgo objetivo de discontinuidad.
Fanalca, controladora de Subus, tuvo problemas en su operación en Panamá, según el gobierno de ese país. ¿Cómo se resolvió ese caso?
Entiendo que ellos (la firma) salieron y las autoridades panameñas contrataron a una empresa americana para administrar la concesión. Esperamos no llegar a eso. Si las empresas tienen mala calidad de servicio, debemos usar los descuentos y las multas. Imagínese los incentivos que estaríamos dando si un concesionario opera mal y no le hacemos descuentos para que no entre en problemas financieros. En el caso de Alsacia, se han descontado $ 10 mil millones por diversas razones; basta ver que los buses que tienen no ofrecen una buena calidad de servicio.
Esa compañía acusa que Transportes no ha controlado la evasión, que hay una baja demanda y falta de infraestructura para un buen desempeño…
El punto es cuánto es responsabilidad de la empresa, porque firmaron un contrato en 2012. En ese momento ya conocían las condiciones. Todo eso va en directa relación con la calidad de sus servicios. Hay otros operadores que mantienen buenos indicadores y, por lo tanto, no vemos ninguna decisión del Estado que los haya afectado. No puede ser que señalen: ‘reajústeme todo lo que necesito para sobrevivir, si opero mal, si no controlo la evasión, si tengo serios problemas de gestión’. Entonces sería absurdo que el Estado diga, ‘operan mal y siempre le vamos a dar lo que necesitan’.
Se han hecho dos auditorías a Subus ¿Qué arrojaron?
Uno de ellos, es un estudio forense para determinar que los números de la empresa sean correctos. No porque ese estudio diga que hay problemas, eso gatilla que el Estado tenga que financiarlos.
Se alude a que el vandalismo también afecta los operadores…
El vandalismo los afecta a todos. Por el Estadio Nacional también pasa Metbus y uno ve sus buses en buen estado. Hay gestiones que pueden hacer las empresas para recuperar el estado de los buses.
¿Pueden las empresas chilenas tener más experiencia que las extranjeras en este negocio?
No estoy de acuerdo con eso. Vemos a Red Bus, una compañía controlada por la empresa francesa Veolia y no tiene problemas. No es un tema de nacionalidad. Sin embargo, el tamaño de una empresa puede ser una dificultad para una mejor operación. Alsacia creció de 700 a 2.000 buses y eso coincide con su deterioro financiero y de sus servicios. Subus aumentó de 700 a 1.300 buses y también tuvo dificultades de ese tipo. Ellos aumentaron su flota sin considerar las consecuencias. No se le puede atribuir la responsabilidad al Estado. Pensamos que se va a regular el tamaño de las concesionarias que ingresen al sistema: la idea es que una unidad de negocio no tenga más de 700 u 800 buses, así operan mejor que las más grandes.
¿La crisis financiera de los operadores por factores como la alta evasión en el sistema no generan desincentivos para los privados en la licitación de 2017?
Creo que no, porque hay operadores que lo hacen bien y ante ello, las empresas evaluarán los factores de éxito. Si uno saca a Subus del promedio de la evasión (en el sistema llega a un 28%), la evasión ha venido bajando.
¿Este es uno de los momentos más complejos de Transantiago?
En 2010 y 2011 entraron en liquidación dos empresas que habían tenido muchos problemas en diversas zonas. Si uno analiza otras ciudades del mundo, naturalmente, los sistemas de transportes son delicados. Por eso la preocupación es garantizar la continuidad operativa.
¿Metro está habilitado para asumir como operador?
Metro está habilitado legalmente para operar, así es que creemos tener las herramientas para dar continuidad a los servicios en el caso de que alguna empresa entre en fase de liquidación.