Columna: ¿Alguien sabrá lo que es Hábitat III?

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Cada 20 años se lleva a cabo en alguna ciudad del mundo la conferencia global de las Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible, Hábitat. El objetivo de la tercera versión que se realizará en Quito en octubre de este año, es reforzar el compromiso global a favor del desarrollo urbano sostenible con una “Nueva Agenda Urbana”. Hábitat III evaluará los progresos realizados sobre las recomendaciones establecidas en Hábitat II (Estambul  1996), una conferencia que por sobre todo reveló la importancia del movimiento municipal internacional en materias de desarrollo urbano y local.

Para esta ocasión se solicitó a los países miembros  la elaboración de informes que permitan conocer la implementación de la agenda de Hábitat II y otros compromisos y objetivos derivados de acuerdos internacionales, así como los nuevos desafíos que emanan de las tendencias emergentes y de la actual preocupación por lograr el desarrollo sostenible de los asentamientos humanos. Según consta en la página web de Hábitat III (www.habitat3.org), el informe emitido por Chile fue elaborado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, con consulta y participación de los ministerios que componen la Comisión Interministerial de Ciudad, Vivienda y Territorio, el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano -donde están representadas universidades, organizaciones gremiales y la sociedad civil-, así como con el aporte de los foros urbanos realizados en las ciudades de Antofagasta, Santiago y Concepción.

Existe el consenso en que las ciudades intermedias –aquellas con entre 100 mil y 500 mil habitantes-  son los asentamientos con mayor proyección a futuro: es donde están las oportunidades de desarrollo y crecimiento, por ende, las necesidades de planificación. De acuerdo a esto, en el país lugares como Calama, Copiapó, Curicó, Chillán, Osorno, Valdivia y Castro son en los que habría que poner el foco sobre todo si se piensa que otros como los mencionados Santiago y Concepción,  ya superaron el tamaño metropolitano y Antofagasta se acerca con bastante rapidez.  Las preguntas son entonces cómo incorporamos la voz de estas urbes intermedias en la discusión sobre planificación territorial y cómo sus requerimientos y visiones son expuestas en el evento internacional. En el fondo, cómo vinculamos la discusión de las altas esferas de decisión con el territorio y los ciudadanos. ¿Alguno sabrá lo que es Hábitat III y lo que significarán en sus vidas las decisiones que ahí se tomen?

Es aquí donde los gobiernos locales –reconocidos de manera especial en Hábitat II- adquieren gran relevancia: cualquier tipo de avance en materia de política pública que se acuerde en Hábitat III será en el territorio donde tendrá que implementarse, por lo tanto, la presencia y opinión de los gobiernos locales en este diagnóstico será vital. Este es uno de los tantos motivos por los que las municipalidades deben tomar con mayor seriedad su rol de diseñadores y ejecutores de políticas urbanas y participar también de la discusión. Hábitat III puede ser una excusa perfecta para hablar de ciudad, sostenibilidad y cohesión, pero sobre todo puede ser una instancia de formación y empoderamiento de los municipios para que gestionen el territorio donde viven, trabajan y descansa un gran número de chilenos. Velar por el crecimiento de estos lugares es apostar por el desarrollo sustentable de nuestro país, seguir con una mirada centralista es no tener visión a futuro.