El millonario proyecto gasífero que divide a la Región del Biobío
Inversión en el terminal “Octopus” superaría los US$ 150 millones.
“Es una irresponsabilidad darle el vamos a este proyecto”, dijo ayer el asesor técnico de la agrupación de Protección al Medio Ambiente y la Cultura de Penco-Lirquén, Andrés Escalona.
El especialista se refería a la aprobación de la Resolución de Calificación Ambiental que el martes dio luz verde al proyecto energético “Terminal GNL Penco-Lirquén”, de la firma Biobiogenera, más conocido como “Octopus”, en la Región del Biobío.
La iniciativa contempla una inversión de US$ 150 millones y considera la construcción y operación de un terminal marítimo de Gas Natural Licuado (GNL), para recibir, almacenar y regasificar GNL, así como transportarlo a tierra mediante un gasoducto submarino.
Según sus detractores, la lista de inconvenientes sería larga: daños al ecosistema marino en el borde costero, impacto en el turismo y la cultura y supuesto incumplimiento de normativas internacionales, entre otros. Escalona indicó que “Chile no cuenta con una normativa que regule los terminales de este tipo, pero existen normas internacionales que señalan que bajo un efecto probable de accidente, como un choque entre barcos, se podría ver afectado un radio de 2 mil metros. Esa precaución no está considerada”.
A través de un comunicado, la empresa energética a cargo del proyecto descartó eventuales daños al ecosistema: “No se afectará la bahía de Concepción ni tampoco las actividades productivas y recreacionales que se desarrollan en la zona”.
El intendente del Biobío, Rodrigo Díaz, quien votó a favor de la iniciativa, señaló que “hay una aprobación conforme a rigor y al fundamento técnico (…) este proyecto es un motivo de celebración para la región”. Agregó que “es tremendamente necesario diversificar las materias productivas y mejorar las oportunidades laborales en la zona”.
La alcaldesa (s) de Penco, en cambio, Valentina Escalona, afirmó que “esto no beneficia en nada a la comuna; muy por el contrario, según la asesoría de nuestros expertos sabemos lo perjudicial que podría llegar a ser y finalmente el costo lo pagará la población”.
La edil anunció que, junto al municipio de Tomé, presentarán acciones legales para frenar la iniciativa. “Vamos a hacer un bloque de autoridades locales y organizaciones sociales para revertirla. Agotaremos todas las instancias para velar por la seguridad de nuestros vecinos y la protección de nuestro medio ambiente”.
El senador y presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, Alejandro Navarro (MAS), sostuvo que “la generación de energía no puede ser a costa del desarrollo local de comunas como Penco y Tomé, que se perfilan más como polos gastronómicos y turísticos que como centros industriales. Creo que este proyecto de gas debería relocalizarse en zonas industriales, donde no se afecte el desarrollo local de las comunidades”.