Parque B. O’Higgins será alternativa a Torres del Paine
Contiene la mayor reserva de agua dulce del planeta:
Sernatur potenciará atractivos turísticos y la infraestructura en la zona, para descongestionar de visitantes la principal área protegida de Magallanes.
“Mientras más difícil, más bello es el amor”. Así dicta el axioma popular que se cumple a cabalidad en los 35.259 km {+2} del Parque Nacional Bernardo O’Higgins, la reserva protegida más grande del país.
Un lugar en que la voluntad de llegar a este ambiente prístino la decreta la naturaleza, y la única vía posible es marítima, a 260 millas náuticas (460 km de recorrido, aproximadamente) de la ciudad de Puerto Natales.
Quien logra vencer todos los obstáculos se enamora de esa comarca, salpicada de hielos y bosques milenarios que se reparten las regiones de Aysén y Magallanes.
Lo saben bien arquitectos, geógrafos e ingenieros que trabajan en terreno hace más de seis meses en potenciar este polo turístico, que además ayudará a descongestionar las visitas al Parque Torres del Paine.
Ambos son vecinos y colindan en Campo de Hielo Sur, y así, el Parque Bernardo O’Higgins se alza como opción para acampar y realizar caminatas.
En una primera etapa se destinaron $54 millones para el diseño de las oficinas de administración del parque, un centro de visitantes de 300 m {+2} , un sendero ecoturístico de 20 km que unirá los sectores del Estero Reindeer con Bahía Elizabeth, y miradores con vista al imponente glaciar Pío XI, una mole blanca de 76 metros de altura, casi un edificio de 10 pisos.
Luego se establecerán zonas para dos campamentos, tres embarcaderos y sitios de observación, más señalética informativa y educativa que pondrá en relevancia los distintos aspectos bióticos, geográficos y patrimoniales del sector. La ejecución de estas obras se realizará en enero, y el Servicio Nacional de Turismo invertirá $100 millones.
El clima severo y las condiciones cambiantes obligarán a los visitantes a contar con comunicación satelital y seguros de rescate. Aristas de la aventura que destacó la directora regional de Sernatur, Lorena Araya.
“La inmensidad y el aislamiento del territorio permiten avizorar que en el largo plazo, al ser un área silvestre protegida, se mantendrá en el mismo estado salvaje e impenetrable. Lo que será un atractivo cada vez más escaso”, advierte Araya.
El gran beneficiado con el desarrollo de este polo turístico será la localidad de Puerto Edén, la cual con el tiempo y el impulso de nuevas actividades turísticas convertirá al poblado de apenas 100 habitantes en el “corazón” del parque.