Obras del nuevo aeropuerto de Santiago amenazan con generar retrasos de vuelos
Por: Manuel Valencia y Sebastián Sottorff.
Por 18 meses habrá tres construcciones simultáneas que mermarían en 25% la capacidad para estacionar aviones:
Desde el próximo mes, las primeras faenas restringirán las posiciones de aeronaves y la pista poniente, lo que obligará a redistribuir los aviones. Según las líneas aéreas, esto provocará demoras en despegues y aterrizajes.
El sábado pasado por la mañana, 4.600 pasajeros de Latam aterrizaron y despegaron desde el aeropuerto de Santiago con algún retraso, debido a una falla del sistema de equipajes, que aún está siendo modernizado. Colapsos de este tipo amenazan con convertirse en cotidianos en Arturo Merino Benítez, a partir de agosto y durante 18 meses.
Será con el inicio de la construcción del terminal 2 del recinto, que incrementará al doble su capacidad actual de 15 millones de pasajeros anuales a 30 millones en 2020.
Las faenas se iniciarán en dos frentes: en los espigones del sector poniente, lo que dejará sin mangas principalmente a aerolíneas internacionales. Además, se clausurará la plataforma de estacionamiento de aviones de esa zona, porque ahí la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) construirá los ductos de combustible para los futuros estacionamientos de las aeronaves.
A esto, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) sumará la mantención de la pista poniente, lo que restringirá su capacidad para la operación de aviones de largo alcance. Con todo, se reducirá en 25% el espacio para el estacionamiento y, según anticipan las líneas aéreas, todo redundará en retrasos en las salidas y llegadas de vuelos de todo el complejo aéreo.
“Nos preocupa que exista una coordinación poco eficiente frente a proyectos clave y una demora histórica en los plazos de ejecución. Un ejemplo es la intervención del sistema de equipajes que, a casi un año del cambio de concesionario, aún continúa con trabajos. Ello está afectando directamente la experiencia de viaje de nuestros pasajeros e impactando el servicio que entregamos”, dice Gonzalo Undurraga, gerente general de Latam Airlines.
Aunque las obras se concentrarán en el ala internacional del aeropuerto, la línea aérea Sky también resiente el impacto. Su CEO, Holger Paulmann, señala que “afectará a las aerolíneas que embarcan en forma remota a sus pasajeros internacionales (…). Nos preocupa que esta situación afecte nuestra operación doméstica, que representa el 85% de los vuelos de Sky”.
Frente a los cuestionamientos, el coordinador (s) de Concesiones del MOP, Rodrigo Urzúa, plantea que se está elaborando un plan de contingencia que incluye la habilitación de seis posiciones temporales para aviones con abastecimiento de combustible con camiones; espacio para aviones en la zona de carga, y una asignación de puertas de embarque para aerolíneas internacionales en el sector nacional. “Con estas medidas deberíamos operar en rangos normales. La preocupación de las líneas aéreas es infundada”, afirma.
La concesionaria Nuevo Pudahuel buscará facilitar las obras en coordinación con el MOP. “Tendremos distintas plataformas comunicacionales para informar a los clientes externos, como los pasajeros, y a los internos, como las aerolíneas, anunciando con anticipación los impactos que tendrá la obra que, en breves cuatro años, harán del aeropuerto un referente en la región”, afirma Branko Karlezi, subgerente de comunicaciones de la empresa.
Alistan construcción de aeródromo en PeldehueDespués de varios años de conversaciones, diseños y proyectos, ayer el Ejército y el Ministerio de Obras Públicas firmaron un acuerdo que permitirá concretar la construcción de un aeródromo en Peldehue.
A través de este compromiso, el Ejército cederá algunos de sus terrenos ubicados en Colina, lo que permitiría iniciar las obras de este complejo en dos meses más, con una inversión de $11 mil millones.
Este nuevo aeródromo no solo albergará los servicios que antes se hacían en Cerrillos, sino que también absorberá hasta en un 30% los despegues y aterrizajes que hoy se realizan en Tobalaba, que al año registra cerca de 45 mil operaciones.
El nuevo recinto tendrá una pista de 1.150 metros -ampliable hasta los 1.500-, lo que permitiría incluso el aterrizaje de aviones comerciales.
El proyecto, que estará listo en 20 meses a partir del inicio de su construcción, considera la implementación de una torre de control, una plataforma de estacionamiento de aeronaves y un acceso vial a nivel de la Ruta 57 CH, correspondiente a la autopista Los Libertadores.