Curitiba tendrá ciclovías que generarán energía a partir del movimiento de los ciclistas
Desde hace tiempo la ciudad brasileña de Curitiba demuestra su interés por la bicicleta como medio de transporte. Ya en 2013, el gobierno local anunció la inversión de 90 millones de dólares para construir ciclovías. Luego, informó sobre la creación de más de 50 puntos de biciestacionamientos. Ahora, el movimiento de los propios ciclistas permitirá producir energía.
¿Cómo será posible? Gracias a un piso especial implementado en las ciclovías de la ciudad. Este captará el sonido y la vibración de los ciclistas que pasen por ahí. Es decir, cuanto más ciclistan pasen por una ciclovía, más energía estarán produciendo. Esta será suficiente para activar la señalización luminosa en los cruces de las ciclovías con las vías de tránsito.
Asimismo, el piso contará con sensores que enviará a una central de informaciones sobre los detalles de flujo de personas y su frecuencia, de tal manera que la alcaldía de la ciudad podrá saber qué lugares son los más transitados y a qué horas del día. Con estos datos, las autoridades podrán tomar mejores decisiones sobre futuros proyectos de ciclovías y planificación urbana, asegura el director de Iluminación Pública de la Alcaldía, Fábio Ribeiro de Camargo.
El proyecto fue una iniciativa público-privado entre la alcaldía de Curitiba, la empresa de energía japonesa Soundpower y el Ministerio de Industria Japonés, que está financiando la expansión de estos pisos especiales.
En total, el piso de 18,5 kilómetros de ciclovía contará con esta tecnología a partir del segundo semestre de este año, lo que convertirá Curitiba en la primera ciudad brasileña a tener este tipo de ciclovía.
Sin embargo, Curitiba no es la primera urbe del mundo con este tipo de proyecto. La pionera en desarrollar espacios de movilidad en bicicleta que sean sustentables fue la ciudad holandesa Krommenie que, en 2014, inauguró la primera ciclovia solar del mundo. En 2015, Eindhoven -también en Holanda– creó la “pista Van Gogh”, inspirada en la famosa obra “Noche Estrellada” del pintor. Desde ese mismo año, Corea del Sur posee una ciclovía de 37 km cuyo techo es de paneles solares.