Los improvisados terminales callejeros del Transantiago
Las filas de buses acentúan tacos en calles altamente exigidas.
En la hora del taco en el centro de Santiago, una hilera de buses ocupa una de las pistas de Purísima, entre Merced y Cardenal Caro, en pleno Parque Forestal. Ahí, una hilera de buses amarillos, del recorrido 213e (reasignado de Subus a STP) ocupa una de las pistas y más de un automovilista toca la bocina, como esperando que se muevan, pero no lo harán. La zona se ha convertido en un terminal improvisado en plena vía pública. Y no es el único. En 55 puntos de la capital, según la autoridad, las empresas sufren un déficit tan acuciante de recintos que los buses no tienen otra opción que la calle, con las consiguientes precarias condiciones para el desempeño de los conductores.
Estos terminales improvisados también están en barrios residenciales, donde los vecinos se quejan por la bulla y otras complicaciones por las micros. Esta situación evidencia un déficit de infraestructura para el sistema, que se acentúa en el sector oriente por el alto precio de los terrenos. El ex coordinador de Transantiago, Raimundo Cruzat, lo confirma: “Faltan más terminales que puedan usar varias empresas en el centro. Eso deriva en que los buses no tengan otra opción que ocupar la calle”.