Talca habilitará ” mall ” para ambulantes con el objetivo de recuperar espacio en las calles
Obra será entregada en el mes de octubre: El municipio no quiere repetir la experiencia de Concepción, en donde se multa a quienes compran, lo que ha generado protestas y enfrentamientos con los informales.
A toda máquina trabajan los maestros para terminar en el plazo establecido el llamado ” mall de los ambulantes”. Es la obra que impulsa la Municipalidad de Talca que apunta a ordenar y erradicar, definitivamente, el comercio que se ejerce en las principales calles.
Unas 400 personas desarrollan esta actividad, y se ubican, de preferencia, en las calles 1 Sur y 1 Norte -las principales arterias comerciales- y en los alrededores del terminal de buses.
En la capital del Maule no quieren vivir la “batalla de Concepción”, luego que el municipio penquista decidiera multar a quienes les compran a los ambulantes y evitar, de paso, enfrentamientos y desórdenes públicos.
Juan Carlos Díaz es el administrador municipal y director del programa “Junto a Ti”, del cual depende la idea del centro comercial, surgida hace dos años. “Esta infraestructura favorecerá en su totalidad al comercio ambulante para así entregar las calles y veredas al tránsito y público en general”, asegura.
La municipalidad tiene empadronados a 300 comerciantes ambulantes, quienes cuentan con un permiso provisorio y pagan un promedio de $30 mil semestrales para estar en la calle. Ellos serán prioridad para trasladarse en octubre al edificio emplazado en la calle 1 Sur, entre 11 Oriente y 12 Oriente, donde antes funcionó un internado de la Junaeb, y que fue entregado en comodato por Bienes Nacionales. Ahí, los primeros 158 locales contarán con espacios individuales de 5 m {+2} y con un frente de 1,8 metros; servicios higiénicos, cocinerías y áreas de carga y descarga.
Carmen Toro se dedica hace veinte años a trabajar de ambulante. Ofrece ropa, principalmente en la calle 1 Sur. “El público está acostumbrado a comprar al paso, y no se va a ir a meter allá, pero si me tengo que ir, qué le voy hacer”, recalca.
Su vecino de puesto, José Cifuentes, considera que debieran darles un periodo de gracia para ver cómo les va en las nuevas instalaciones. “Si nos va mal, tendremos que volver a la calle”. A la vez, plantea que “aunque salgamos de aquí, van a aparecer otros ambulantes”.
Sin embargo, Díaz sostiene que “nuestro objetivo es erradicar el comercio callejero y brindar a las personas condiciones más dignas. A la vez, vamos a aplicar tolerancia cero con los ambulantes”.