Evolución urbana de la ciudad de San Salvador de Jujuy, Argentina
“La Geografía es la ciencia del territorio, y a su vez el territorio es el punto de confluencia de todos los fenómenos que se producen en la superficie terrestre: ambientales, físicos, sociales, económicos, culturales. La función del geógrafo es analizar e interpretar como funcionan esas interrelaciones, porque el resultado de ellas es la conformación del territorio”. María Fernanda Pita Lopez1
La Geografía es una de las ciencias sociales, imprescindibles para comprender, interpretar y analizar la función de los grupos humanos sobre el espacio terrestre, teniendo en cuenta sus causas y consecuencias sobre el medio natural. La finalidad del presente artículo se centra en dos ejes: difundir la importancia de la ciencia geográfica y describir a partir de los postulados de la Geografía Urbana, la evolución de la capital de la ciudad de San Salvador de Jujuy en Argentina.
La Geografía Urbana es una sub rama de la Geografía Humana y su concepto es tan complejo y heterogéneo como los habitantes urbanos. Desde una definición cotidiana la ciudad es un “conjunto” que combina elementos variados, objetivos, recursos. Es también el resultado de las percepciones del espacio por los grupos sociales, cambiante cíclicamente, consecuente con los cambios sociales. Teniendo en cuenta, lo desarrollado anteriormente, se interpreta la forma de la capital jujeña combinando dos factores: el plano urbano y la densidad demográfica.
San Salvador de Jujuy, se localiza en el departamento Dr. Manuel Belgrano y es la capital de la provincia de Jujuy. De historia colonial, fue fundada el 19 de Abril de 1.593 por el colonizador Francisco de Argañaraz y Murguía. La ciudad actualmente posee una superficie de 19 km², con una población total de 265.2492 . Junto con los departamentos de Palpalá, San Antonio y El Carmen integran la zona de Valles Jujeños. A su vez, la provincia integra la región del Noroeste (NOA) de la República Argentina.
En consecuencia, la ciudad jujeña ha heredado un plano denominado ortogonal, en el cual las unidades habitacionales adoptan la figura geométrica como el rectángulo o cuadrado, mientras que sus calles se combinan entre sí formando rectas perpendiculares. Si bien el origen del plano no es preciso debido a que algunos urbanistas atribuyen a Hippodamos de Mileto arquitecto, planificador urbano, de la época Clásica de Antigua Grecia, y otros en la ciudad de Babilonia (Actualmente Siria e Irak). En las ciudades coloniales del noroeste argentino como: San Salvador de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, San Fernando del Valle de Catamarca, la difusión del plano ha sido muy elevada. Debido a las ventajas que ofrece; simplicidad para trazarlo, comodidad para el parcelamiento, expansión factible desde la periferia hasta los edificios en altura. Pero a su vez presenta un efecto antagónico en los últimos años, debido al congestionamiento del tránsito vehicular y al establecimiento de viviendas en zonas no aptas de habitabilidad.
A partir de una mirada geográfica urbana la disposición del espacio de la ciudades colonial estaba constituido por: 1) una plaza mayor o plaza de armas el cual era el encuentro de los ciudadanos donde se conversaba, negociaba y se tomaban decisiones políticas, las calles, originalmente fueron pensadas como espacios peatonales, 2) la Catedral, era el primer edificio en construirse y el más sobresaliente de la ciudad, 3) el Cabildo donde funcionaban el sistema político del colonialismo español, y 4) por último las viviendas pertenecientes a la clase alta.
Particularmente la función de cada elemento o tipología del plano fue sufriendo modificaciones de en sus estructura. Como por ejemplo las estructuras edilicias antiguas por modernos edificios, calles angostas por avenidas extensas, adoquines por hormigón, unidades habitacionales formales por viviendas informales, entre muchos otros.
Cuando las ciudades experimentan un crecimiento acelerado, previamente presenta un fenómeno denominado concentración-explosión, es decir un elevado aumento de la población en una zona determinada de la esfera terrestre, producido por aumento sin precedentes. De acuerdo a los censos realizados a partir de 1.953, San Salvador de Jujuy experimentó dos explosiones de crecimiento demográfico, en 1.980 donde la población alcanzaba un total de 90.768 habitantes, mientras que en segundo fue en 1991 donde la población llego a un total de 179.389 habitantes. Los motivos que impulsaron a los habitantes de zonas rurales y países limítrofes, fue mejorar su calidad de vida y obtener los beneficios que brindan las urbes, como educación, trabajo, vivienda, entre otros. Aunque la mayoría quedaron excluidos de estos beneficios, instalándose en zonas informales con servicios precarios y a pesar de las ayudas sociales o programas de mejoramiento barrial recibidas, permanecen en el mismo espacio geográfico.
Finalmente San Salvador de Jujuy presenta un casco colonial histórico, rodeado de una ciudad moderna, que continuamente crece en edificación y demografía tanto formal como informal. El objetivo para los próximos años, será de crear un espacio urbano sustentable pensando en el ciudadano para satisfacer sus necesidades actuales sin poner en peligro a las generaciones futuras de lograr alcanzar cada una de esas necesidades.
Agradecimiento: al Dr. En Geología Ricardo Alonso (Docente de la Universidad Nacional de Salta), por las correcciones brindadas y su aporte al urbanismo a través de su último libro “Geología Social y Urbana”. Al Dr. En Ciencias Sociales Alberto Espeche (Docente en la Universidad Nacional de Catamarca), quien fue mi profesor en la cátedra Metodología de la Investigación y Seminario en Geografía Urbana y me brindo las primeras herramientas de conocimiento para entender, comprender el fascinante mundo de las ciudades.
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