Los primeros cambios que transformarán el aeropuerto de Santiago
Por: C. Mardones y M. Miranda.
Durante los próximos cuatro años se construirá la renovación más importante que ha tenido el aeropuerto de Santiago, Comodoro Arturo Merino Benítez, en al menos dos décadas. Desde este lunes comienzan los primeros cambios que dan pie al proyecto.
Se contempla que el aeropuerto estará terminado en 2020 y, entre otras novedades, incluye un nuevo terminal para viajes internacionales, un edificio de estacionamientos y más muelles de embarque, aumentando así su capacidad de 17 a 30 millones de pasajeros al año.
En agosto, la concesionaria Nuevo Pudahuel iniciará la remoción de tierra en el sector del nudo de ingreso al aeropuerto, para habilitar allí el estacionamiento provisorio de custodia de vehículos. El actual sector donde está funcionando este aparcadero, se usará en un futuro para construir el nuevo terminal internacional.
Además, al lado de esta zona estará habilitado el estacionamiento de custodia definitivo que se edificará junto a un terminal de buses de transporte público (ver infografía). Esta obra debería estar lista hacia el año 2019.
En relación a lo anterior, el inspector fiscal de la Coordinación de Concesiones del MOP, Claudio Asenjo, señaló que “no se habilitará ningún servicio en la medida que no esté habilitado en otro sector”.
Desde Nuevo Pudahuel aseguraron que están a la espera de que la inspección fiscal vise el plan de obras para informarlo a los usuarios a través de cinco canales de comunicación, incluyendo redes sociales. Esto se produciría a mediados de agosto.
Por su parte, la Dirección General de Aeronaútica Civil (DGAC) y la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP) iniciarán obras en la pista y la losa del aeropuerto, complementarias a la renovación que realizará la concesionaria.
El MOP invertirá $ 12.500 millones en obras de conservación y alargue de las pistas, las que ya están en curso y terminarán el primer semestre de 2018. El director nacional de aeropuertos, Boris Olguín destacó que los cambios “son relevantes porque mejorarán el desplazamiento de aviones y el servicio para los pasajeros, quienes esperarán menos en las salas de embarque”. Asimismo destacó que “no habrán mayores interrupciones en las operaciones y en el servicio de pasajeros por los trabajos”.
Actualmente la matriz que alimenta de combustible al aeropuerto, pasa bajo los estacionamientos de custodia, lugar donde próximamente estará el segundo terminal. Por seguridad, una nueva matriz será construida en el sector poniente de la losa, lo que implica la relocalización provisoria de los estacionamientos de aeronaves de ese sector .
El director de la DGAC, general Víctor Villalobos, informó que “se reubicarán tres estacionamientos en el sector norte y cuatro en el sector este. Actualmente se necesitan cinco estacionamientos y tendremos siete, por lo que no habrán problemas en ese aspecto”. Además, Villalobos agregó que “la concesionaria tiene 18 buses para el embarque y desembarque de pasajeros”.
El gerente de operaciones del consorcio Nuevo Pudahuel, Antonio Méndez, explicó que “con la coordinación que hubo (con todos los organismos públicos) no se vislumbra que vayan a ocurrir problemas. Las obras (en la losa y pistas) van a empezar pero las medidas de mitigación van a permitir que el pasajero no se de cuenta”.