Ex inspector dice que MOP habría engañado a oferentes en licitación del puente Cau Cau
Declaración como imputado de Walter Wilson ante la Fiscalía Centro Norte:
En un extenso interrogatorio acusa que hubo firmas falsas en planos y da cuenta que el proyecto de puente basculante nunca debió ser aprobado.
Junto con demandar al Ministerio de Obras Públicas (MOP) por despido injustificado, el ex inspector fiscal para el puente Cau Cau Walter Wilson Rojas renunció a su derecho a guardar silencio y declaró ante el fiscal José Morales, quien indaga eventuales delitos en el marco de la fallida construcción del puente basculante en Valdivia, Región de Los Ríos.
En su interrogatorio, en calidad de imputado, el profesional sostiene que nunca debió aprobarse el proyecto de ingeniería, y -por ende- tampoco licitarse la obra. También que los errores que no se subsanaron en su origen, conocidos por las autoridades del ministerio, hicieron que finalmente el objetivo final fracasara.
En las 20 páginas que dan cuenta de su testimonio, Wilson revela un antecedente que hasta el momento se desconocía: sostiene que hubo firmas falsas en planos, con lo que se engañó a los oferentes y que de esto sabían todos los profesionales y autoridades.
Al respecto, el ex inspector fiscal del fallido puente explica que ya en 2014 “la obra estaba en plena ejecución, y de los antecedentes que había en la obra y las ingenierías que se debieron realizar para dar forma de proyecto a lo licitado por la Dirección de Vialidad, estas solo abordaban los aspectos de diseño y de verificación sin que nunca se desarrollara un estudio que demostrara que el puente estaba mal diseñado y no se podría usar”.
En esa época, asegura, “de lo único que había constancia de todos los profesionales y autoridades relacionadas con el contrato de construcción, y que de sobremanera era sabido por los profesionales que habían participado en el estudio de ingeniería, es que lo licitado no era un proyecto integral y que los planos firmados resultaban un engaño a los oferentes”.
Firma no real
En ese sentido, devela que “la firma del profesional experto en puentes basculantes, señor Javier Manterola, de la oficina Carlos Fernández Casado, no es real, es decir, es una firma electrónica, pues él nunca firmó ninguno de esos planos”.
Y la acusación de Wilson ante el fiscal continúa: “Aunque los planos estaban firmados eso no correspondía a un proyecto, ya que esa información había sido entregada por la oficina de Carlos Fernández Casado al Consorcio CYGSA-DDQ para que contrataran a alguna empresa especialista en sistemas mecánicos para desarrollar esa ingeniería. Sin embargo, CYGSA o alguien más lo incorporaron como proyecto definitivo en la licitación, omitiendo incluso incluir una partida o ítem para pagar esos mecanismos”.
Errores de diseño
El profesional que trabajó 21 años en el MOP quiso poner sobre la mesa ante la fiscalía la responsabilidad de esta cartera. “El MOP erró en el perfil de a quién se encargó el estudio de ingeniería, ya que no había el perfil, ni la experiencia para realizar un estudio de estas características. En rigor, nadie en el MOP tenía la experiencia para realizar esto”, admitió.
Junto con esto, Wilson sostiene que no es cierto que el proyecto haya sido licitado con las bases técnicas apegadas estrictamente al diseño. “Existen antecedentes contundentes de que el consultor del estudio de ingeniería habría utilizado información referencial de la oficina consultora de ingeniería española Carlos Fernández Casado de ciertos componentes del puente basculante que no eran proyecto y tampoco anteproyecto”, pero que “sin embargo fueron presentados y licitados como una ingeniería completa de proyecto, esto se refiere a los ‘pestillos de enclavamiento central'”.
Aseguró ante el Ministerio Público que él se dio cuenta de que todo era un anteproyecto a fines del 2014. “Tengo una reunión en un congreso de puentes con Carlos Fernández Casado, esto es en septiembre de 2014, y ya estaba el puente casi terminado. Yo antes tenía dudas con los errores que tenía el puente y Fernández Casado me confirmó mis dudas”, dijo.
Nula exigencia
Y asegura que “a fines de 2011 y principios de 2012 se hicieron reuniones producto de los informes técnicos que había contratado Azvi”, ya que según su versión en ese momento le empezaron a entregar antecedentes de que “el proyecto no estaba bien, no estaba completo”. Dice que consultó por esto al jefe de ingeniería, Juan Jofré, y que este le aseguró que todo estaba bien y que CYGSA era quien buscaba aumento de obras.
En definitiva, dice Wilson, “toda la licitación ejecutada fue realizada como si se tratara de un proyecto definitivo, sin embargo en las circulares aclaratorias en algunas de respuestas se mencionaba que se trababa de anteproyectos”.
Para el ex inspector fiscal todo esto eran condiciones generales que se “debían exigir en las bases de licitación de estas obras de construcción, y que por aspectos que se desconocen fueron omitidas”.
Demanda
Walter Wilson exige una indemnización de $250 millones por daño moral al haber sido despedido injustamente.