El puente del Biobío que todos se pelean
Seremi de OO.PP. ha recibido cerca de 50 solicitudes para quedarse con el viaducto mecano, instalado en 2010 tras la emergencia del 27/F.
Luego de que el puente que unía Concepción con San Pedro de la Paz colapsara, durante el terremoto del 27/F, en 2010, el Ejército colocó sobre el río Biobío una estructura mecano de 1.400 metros, que se convirtió en la vía de conectividad para los penquistas durante seis años.
En el intertanto, el definitivo Puente Bicentenario, que comenzó a construirse a fines de ese mismo año, ya está en fase de término, por lo que el ciclo del viaducto modular llegó a su fin. Esta semana, de hecho, comenzó su desarme, aunque no sin polémicas.
Varios alcaldes de la región iniciaron una acalorada disputa para llevarse la estructura a su comuna. En la cruzada, los discursos empoderados, los mensajes a través de medios de comunicación regionales y el lobby con autoridades y ministros, han sido parte de las estrategias para quedarse con el preciado botín sobre pilares.
Las aspiraciones son tales, que el Ministerio de Obras Públicas reconoció que se han recibido cerca de 50 solicitudes para la instalación del viaducto en diversos puntos del Biobío y otros lugares del país, como la Región de Los Lagos.
“Tenemos varias peticiones de la provincia del Biobío, de Ñuble y de otras regiones distintas”, afirmó el seremi de Obras Públicas, René Carvajal. “Así que levantaremos un estudio con las diferentes propuestas, evaluando la factibilidad técnica e ingenieril, pero también considerando factores como el aporte al desarrollo económico, territorial y que dé una respuesta de conexión al aislamiento”, agregó la autoridad.
Dentro de la VIII Región, son dos las zonas que se han disputado con más energía el puente: el sector costero del río Itata, para unir las comunas de Coelemu, Trehuaco y Cobquecura; y el eje Santa Juana, Laja y Hualqui, en la provincia de Biobío. La primera, argumenta su postergación. “El valle del Itata ha estado siempre en rezagado y el puente en esta zona no sólo uniría muchas comunas de la costa norte, sino que sería fundamental para el desarrollo de nuestros emprendedores de secano”, explicó la alcaldesa de Coelemu, Laura Aravena.
Mientras, la contraparte propone unir cientos de kilómetros. “El puente en el sector Balseadero de Laja uniría a toda la región en su centro y también podría ser parte de una ruta internacional, al conectar de forma más directa con Antuco, donde está el Paso Pichachén, que se habilita en verano”, puntualizó el edil de Santa Juana, Angel Castro.
El edil de Laja, en tanto, José Pinto, apeló a que “podría beneficiar a más de 300 organizaciones sociales de su sector.”
El proceso de desarme del puente tomará hasta febrero de 2017, período en el cual su propiedad debiera ser traspasada desde el Ministerio de Defensa a Obras Públicas.
Pero será el intendente del Biobío, Rodrigo Díaz, quien decida, ya que él que fue el mandatado por el ministro del ramo, Alberto Undurraga, para definir su nuevo destino. “No queremos tener guardado el puente. Hay que ver todas las solicitudes en su mérito, ponderar la necesidad y las posibilidades de darle un uso rápido. Espero en noviembre tener el informe del MOP para tomar una decisión”, dice.