Tras robo a parroquia, vecinos de cerro Castillo en Viña se quejan de que ha aumentado la inseguridad
Desconocidos hurtan reliquias de capilla cercana a palacio presidencial:
Residentes denuncian consumo de alcohol y drogas en plazas, y que se han reducido rondas policiales.
“El barrio, que es de gente mayor y poco iluminado, se ha tornado inseguro”, señala Mario Rojas, director del liceo José Cortés Brown, de cerro Castillo de Viña del Mar, ubicado a solo tres cuadras del palacio presidencial en esa ciudad.
El directivo dice que no le extraña el robo del que fue objeto la parroquia Inmaculada Concepción, ubicada justo al lado del establecimiento escolar, que atiende a 428 alumnos de 1º a 4º medio. “Deambula mucha gente que sube a consumir drogas y alcohol. Incluso, en algunas plazas se han formado ‘caletas’ donde duermen”, agregó.
En los accesos al cerro -explica-, dos estudiantes han sufrido robos.
La tarde del miércoles, el párroco Luis Meneses denunció en Carabineros que desconocidos ingresaron a la capilla ubicada en la casa adyacente al templo y que sustrajeron dos copones de cobre, imágenes de Cristo y de la Virgen, de madera y yeso, y un relicario que contenía un pequeño trozo del hábito de Santa Teresa de Los Andes.
El obispo de Valparaíso, monseñor Gonzalo Duarte, señaló que son objetos sagrados, pero de escaso valor material. “No son joyas de oro ni mucho menos”, aseveró Duarte. “No creo que haya habido intención de ofender a la Iglesia. En varias capillas hemos sufrido la sustracción de equipos de amplificación y vasos sagrados para reducirlos a dinero y comprar, no sé, alcohol”, agregó.
Los sujetos saltaron la reja y forzaron la puerta. Duarte planteó que el barrio es tranquilo, aunque no quiso pronunciarse si la inseguridad ha aumentado.
La última presidenta de la junta de vecinos en el sector, Patricia Consigliere, coincidió sí con el director del liceo en que los accesos al cerro y sus plazas se han convertido en puntos críticos por la presencia de extraños. “Esto se debe a que más abajo, en calles de acceso, como Von Schroeders, han proliferado los bares. La gente sube al cerro a hacer la previa”, dijo.
Mauricio Gómez, que vive frente a la parroquia, se quejó de que las rondas policiales se han reducido. “Eso ha sido aprovechado por personas que entran a casas. Aquí es tranquilo, pero ha habido un par de incidentes en el último año”, dijo.
El comandante Patricio Reyes, de la Primera Comisaría de Carabineros de Viña del Mar, discrepó de lo señalado por los vecinos, al señalar que las denuncias no han aumentado y que la seguridad es adecuada.