Tren internacional Arica-Tacna consolida a sus usuarios e ingresos
En la ciudad nortina ya se incorporó como un atractivo turístico:
En sus poco más de dos meses de operaciones, fue el único medio de transporte terrestre que unió Chile y Perú durante paro de camioneros.
A 70 días de su reapertura, el ferrocarril internacional entre Arica (Chile) y Tacna (Perú) consolida su flujo de usuarios y de ingresos mensuales, con 4.500 pasajeros y más de $16 millones, respectivamente.
Son 150 pasajeros al día, en promedio, los que se desplazan durante una hora y 15 minutos por el trazado de 60 km, con 20 km en Chile y 40 km en Perú, que une las estaciones de ambas ciudades fronterizas. En dichos recintos, ubicados junto a centros comerciales y de servicios, los usuarios, en su mayoría turistas chilenos o que viajan desde nuestro país al sur del vecino Perú, realizan sus trámites aduaneros y de extranjería.
Durante el recorrido se pasa junto a playas, un humedal, zonas industriales, campos minados, plantaciones agrícolas, dos aeropuertos y parte del radio urbano de ambas ciudades.
El servicio se realiza en un autovagón con una capacidad máxima para 48 pasajeros, los que pagan $3.600 por pasaje, con dos salidas y dos arribos diarios en Arica.
Luego de su reapertura, el tren fue el único medio de transporte público que mantuvo conectado por vía terrestre a ambos países, sin ningún tipo de interrupciones, durante un paro internacional de camioneros que se extendió por dos semanas en la frontera norte, con el bloqueo del control fronterizo Chacalluta.
“El tren volvió para instalarse y su funcionamiento ya se socializó con fuerza. Incluso, en los hoteles y hostales de la ciudad es promocionado entre los visitantes y hay interés en conocerlo y viajar en él”, señaló Daniela Beltrán, presidenta de la Cámara de Turismo de Arica.
El ferrocarril, inaugurado hacia mediados de la década de 1850, es uno de los más antiguos de Sudamérica y estuvo cerrado durante cuatro años y dos meses, luego que lluvias y aludes de tierra, provocados por el “invierno altiplánico”, dañaran la vía, en marzo de 2012, en al menos ocho puntos críticos, sobre todo en Perú.