Los dramáticos ‘nuevos barrios’ de Seúl capturados por Manuel Alvarez Diestro
A medida que la población de Seúl crecía rápidamente, los grandes bloques de departamentos se convirtieron en algo común. El fotógrafo Manuel Alvarez Diestro pasó 6 meses explorando las nuevas poblaciones de la ciudad, con el objetivo de ‘revelar en términos visuales la naturaleza expansiva de la urbanización y la transformación del paisaje a través de la construcción de estos nuevos proyectos de vivienda de escala masiva’.
Después de la separación de Japón en 1945, la gente emigró a Seúl de todas partes del país. Las autoridades municipales no estaban preparadas para hacer frente a tal éxodo rural y se desarrollaron asentamientos ilegales junto a cuatro puertas de la ciudad. A mediados de la década de los 60 las autoridades decidieron despejar estos barrios informales, desarrollando un plan para la ciudad que contó con 21 comunidades autónomas de densidad media a las afueras de los límites de la ciudad.
Muy pronto, los nuevos barrios en expansión se fusionaron, cada vez más viviendas eran necesarias. Las autoridades de Seúl revisaron el plan de 1966 y los primeros edificios de gran altura se multiplicaron al sur del río Han. Hoy en día, las nuevas comunidades siguen creciendo en las afueras de la ciudad con el fin de descongestionar Seúl y seguir el ritmo de crecimiento de la población que ha acompañado el éxito económico de Corea.
Como Joochul Kum y Sang-Chuel Choe explican en Seoul: The Making of a Metropolis, “el crecimiento físico de Seúl y su organización social actual es el resultado de un crecimiento más bien accidental que de planes racionales a futuro y decisiones políticas. Aunque han habido intentos continuos del gobierno para controlar y guiar el proceso de crecimiento, el crecimiento global de la ciudad se basa en gran medida en el crecimiento acumulado de muchos distritos, extendiéndose uno a la vez”.1
Los rascacielos alrededor de Seúl han sido desarrollados principalmente por empresas privadas. Hay poca planificación coherente de los nuevos barrios y la infraestructura pública no ha logrado mantenerse a la altura. Esto a su vez aumenta los tiempos de desplazamientos y conduce a la auto-contención en las afueras de la ciudad. Pero a pesar de la falta de servicios y la conexión de la infraestructura, los residentes todavía pasan sus días en el centro de Seúl, y estos “nuevos barrios” funcionan principalmente como ciudades dormitorio.
Para hacer su serie fotográfica, Diestro fue a la estación final de cada una de las 18 líneas de metro del área metropolitana de Seúl. Uilizando su bicicleta para explorar grandes áreas de tierra, capturó edificios cuya tierra circundante todavía evidenciaba las recientes obras de construcción. En sus imágenes, los nuevos edificios flotan en la tierra removida, desconectados de cualquier estructura urbana circundante: una manera poética de señalar la falta de una planificación coherente en el desarrollo urbano de Seúl y la falta de conexión con el resto del paisaje urbano de la ciudad.
Traducido por Natalia Yunis. Vía Plataforma Arquitectura.
- Joochul Kum y Sang-Chuel Choe, Seoul: The Making of a Metropolis (Chichester: John Wiley & Sons, 1997) [↩]